viernes, 26 de junio de 2009

...para leer antes del domingo

“Ya votaste Carancho”
“Cómo que ya voté”
“Que cómo ni que la mierda”, se habían reído “si te han dicho que ya votaste, ya votaste” y se rieron
“Cómo te llamas”
“Anselmo Aran”
[…] Cosas que ocurrían en este país hace treinta años, les digo, pero no volverán a repetirse, no al menos mientras nuestro glorioso partido sea gobierno…”

"Hombre fuerte" un cuento de Abelardo Castillo. Cuentos crueles página 85.-
http://www.scribd.com/doc/6727552/Abelardo-Castillo-Cuentos-Completos

lunes, 22 de junio de 2009

Ferro-Carril del Sud

Anuncia la próxima salida del tren a Mar del Plata
P. Constitución 6.45 AM
parando en estaciones intermedias.
Arribo a E. Velásquez 1.20 PM.
Buscando datos sobre la Estación Velásquez del Ferrocarril del Sud
( Nombre con el que hasta 1896 se conoció la Estación de General Guido) Escribí algunos mail. Desde http://www.todotren.com.ar/resondió Juan Enrique Gilardi y hasta me envió este horario de 1893 “una gentileza de Marcelo Arcas de Tandil que tiene un blog llamado "Rumbo al Sud". aclara Juan Gilardi.
Gracias a estos nuevos amigos que ya invitamos a este humilde almacén de ramos generales.


Haciendo un clik sobre la imagen podrán apreciar con claridad los horarios y los nombres de la Estaciones

sábado, 20 de junio de 2009

"El fraude patriótico"

La serie de fechas clave que se abre con el crash de Wall Street de 1929, va pasando por el 6 de setiembre de 1930 y se cierra con las elecciones del 5 de abril de 1931, marca la coyuntura histórica que permite una primera aproximación al fenómeno argentino puesto bajo el rubro general de "fraude patriótico".

http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/argentina/fraude-patriotico.htm

jueves, 11 de junio de 2009

IV

No destruí los puentes.
Creí que bastaba el otro lado,
el viaje a hurtadillas por la noche,
las huellas en secreto.
Pero estoy hecho a esta llanura
-no le sembré una flor, no abrí ni un surco,
me bastó descubrirla en los crepúsculos,
invertida en su espejo hallar la greda,
los fósiles en polvo, los detritus
de las algas pretéritas.
No supe del arado,
pero sí del yugo donde
los paisajes se vuelven gemelares
a nosotros.
En la ciudad de hierro,
de contiguas sonrisas desvaíbles
en la primer esquina, en el primero
de los excesivos escalones,
dónde está esa llanura sino
en el puente que recorrí en vano,
cuyas ruinas disfrazan su tenaz
persistencia. Recupero
en letargo las flores salitreras
que de mí prescindieron, y los rostros
que sepultos creí, y siguen vivos
como ellas también, hallando humus
en las algas de ayer,
en la greda inversa del crepúsculo.
Juan Carlos Sanchez Sottosanto.
De “medición de la pampa”

domingo, 7 de junio de 2009

"Liberad de sufragio"

PAGO CHICO
Roberto J. Payro (1867 – 1928)

Cierta noche, poco antes de unas elecciones, el Club del Progreso estaba muy concurrido y animado.
En las dos mesas de billar, la de carambola y la de casino, se hacían partidas de cuatro, con numerosa y dicharachera barra. Las mesitas de juego estaban rodeadas de aficionados al truco, al mus y al siete y medio, sin que en un extremo del salón faltaran los infalibles franceses, con el vicecónsul Petitjean a la cabeza, engolfados en su sempiterna partida de «manille».
El grupo más interesante era, en la primera mesita del salón, frente a la puerta de la sala de billares, el que formaban el intendente Luna, presidente del Concejo, varios concejales y el diputado Cisneros, de visita en Pago Chico para preparar las susodichas elecciones. Entregábanse a un animado truco de seis, conversadísimo, cuyos lances eran a cada paso motivo de griterías, risotadas, palabrotas con pretensiones de chistes y vivos comentarios de los mirones que, en círculo alrededor, trataban más de hacerse ver por el diputado que de seguir los incidentes de la brava partida.
Junto a ellos, sentado en un sillón, con la pierna derecha cruzada sobre la izquierda, acariciándose la bota, abrazándola casi, el comisario Barraba con el chambergo echado sobre las cejas y dejándole en sombra la mitad de la cara achinada, ancha y corta, de ralo y duro bigote negro, hablaba ora con los jugadores, ora con los mirones, lanzando frasecitas cortas y terminantes como cuadra a tan omnímoda autoridad.
Descontentos no había en el club más que tres o cuatro: Tortorano, Troncoso y Pedrín Pulci a caza de noticias, cuya tibieza les permitía andar por donde se les diera la real gana.
Los tres se hallaban cerca de la mesa del intendente y el diputado, podían oír lo que en ella se decía, y hasta replicar de vez en cuando -aunque con moderación naturalmente-, al comisario Barraba.
Alguien habló de las elecciones próximas y de las respectivas probabilidades de cada candidato.
-¡Qué elecciones ni que elecciones! -exclamo Tortorano encogiéndose de hombros-. Nosotros nunca hemos tenido elecciones de veras, y no las tendremos jamás!...
-La libertad de sufragio... -agregó Troncoso sarcásticamente.
Pero el comisario, echando hacia atrás la cabeza, tanto que casi dejaba ver el dedo de frente descubierto entre el chambergo y las cejas, lo interrumpió:
-¿Qué dice amigo? ¿Qué no v'haber libertá?
-¡Vaya comisario, nunca ha habido! -objetó Tortorano sonriendo.
-Sería una novedad muy grande -afirmó Troncoso retorciéndose el bigote con aire convencido.
-¡Y s'imagina, entonces, que y o estoy aquí p'a quitarles la libertá a los ciudadanos? ¿Y que yo, comisario, lo h'e permitir?
El diputado, el intendente y demás jugadores de la oligárquica mesa, levantaron la vista sorprendidos. El ruido disminuyó de pronto en el salón, como si los concurrentes se quedaran a la expectativa de un acontecimiento trascendental. Pedrín fue acercándose más al comisario...
-No digo eso - murmuró Troncoso mirando al suelo y preguntándose interiormente dónde iría a parar el hombre encargado en Pago Chico de asegurar el éxito de una candidatura dada, con exclusión total de la otra.
¿Se habría convertido de la noche a la mañana, después de tantas arbitrariedades y persecuciones?
-Ya tampoco digo que usted les quite la libertad. ¡No faltaba más!
Tortorano se encogió de hombros otra vez y se puso a armar un cigarrillo negro. Troncoso miró al comisario para ver si hablaba de veras. Pedrín, aunque no tuviera nada de cándido, intervino con una ingenuidad:
-Me alegro mucho de haberl'óido -dijo-. Yo ya estaba por no ir a las elecciones. Pero desde que usté garante la libertá...
- ¡La garanto, canejo! ¡Ya lo creo que la garanto!
El diputado Cisneros se incorporó en su silla, casi resuelto a llamar al orden al extraviado y demagogo funcionario policial. Las demás autoridades estaban, al oír semejantes despropósitos, que no sabían lo que les pasaba.
-Pues si es así... -prosiguió Pedrín-, lo que es yo, el domingo no faltaré en el atrio p'a votar por don Vicente.
Pero no había acabado de decirlo cuando el comisario estaba ya parado, de un salto tan violento y repentino que ni siquiera le dio tiempo para soltarse la bota. Y así en un pie:
-¡Pare la trilla que una yegua si ha mancau! -gritó- ¿Qué es lo que dice, amiguito?
-Que ya que usté garante l'eleción v'y a sufragar por los cívicos... nada más.
-¡Dios lo libre y lo guarde! ¡Cómo de orinarse en la cama!
-¿Pero no dice que habrá libertá de votar?
-Sí, para todos; pero libertá, libertá de votar por el candidato del gobierno!...
Un gran suspiro de satisfacción compuesto de seis suspiros particulares se exhaló del truco oficial.
Y el ruido volvió entonces, más alegre y estrepitoso que nunca...

Fuente http://es.wikisource.org/wiki/Pago_Chico:_01

viernes, 5 de junio de 2009

La revista electrónica


El Amigo de Mayo ya está en línea acercándonos lecturas interesantes, un Faro destellando recuerdos y la buena noticia que ahora podemos visitar a nuestros Amigos del Museo Kakel Huincul también en http://wwwelamigo.blogspot.com.
¡¡Felicitaciones!!

jueves, 4 de junio de 2009

Hubo una vez un lugar llamado "VECINO"

“Si en la extensa provincia de Buenos Aires tuviésemos que señalar la zona en que hubieron de conservarse por más tiempo las auténticas tradiciones, como rincón gaucho, señalaríamos sin dudar el paraje de la extensa Cañada del Vecino.
Quienes hoy disparan por la ruta 2 a Mar del Plata, debieran saber que a unos 20 Km. después de pasar Dolores, a la derecha, se abre un camino de tierra que se interna en aquella especialísima región, pasando enseguida las vías del viejo F.C.S. y la estación Parravicini, e ingresando en el partido de General Guido, sigue hacia el Oeste y luego al Sur para reaparecer en Maipú.
Desolados campos bajos, otrora riquísimos en pajales de amarillenta espadaña, comarca de variadísima avifauna. Pagos gauchos si los hubo, compuesto de enormes latifundios, con centenarias estancias como "La Quinua", "Navas", "Barrancas Coloradas" (donde vivió Benito Lynch), "Palenque Chico" (de Ambrosio Juan Althaparro) que además algunas fueron postas de la galera que iba de Dolores a Ayacucho.
Por allí se vieron los últimos gauchos de chiripá y medias blancas, y pulperías y esquinas famosas poseedoras de enrejados mostradores y con cubiertas de paja, teja francesa o azotea, que constituyeron centros de negocios y sociabilidad y cancha de diversiones y reyertas. Todo se perdió cuando se construyó el canal 1 que desecó los bañados y lagunas y que arreó también con todo el bicherío que los habitaba” (1)

1.- Moncaut Carlos A. Diario La Nación Rincón Gaucho Reyerta en una Pulpería de Dolores 2008


“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).