martes, 5 de mayo de 2009

Recuerdos de Maipú

... la importancia de poner a salvo relatos, crónicas, poesía, memorias. Llegó el Boletín de Mayo y se vuelve inevitable la lectura, del Correo de Lectores , se disfruta la carta de la Sra. María Rosario Santilli contando la historia familiar de ese vestido de novia negro, sin el miriñaque, que perteneció a su abuela; el viaje de Adamo en el Génova, el arribo al Hotel de Inmigrantes… y pide la Sra. Santilli que la ayuden a recordar las estrofas faltantes en este hermoso poema que guarda en su memoria

Recuerdos de Maipú

Luciérnagas brillantes, bailando en las callejas

olor a manzanillas holladas al pasar
croar en los zanjones de ranas saltarinas
y el canto de los grillos en la noche estival

Estos son los recuerdos del quieto pueblecito

que pasan fugazmente, queriendo retornar,
sin comprender que ahora, las luces de mercurio
dibujan el progreso sobre el viejo solar.

¿Que fue de, la preciosa glorieta de Acevedo?

hurtando al cocotero su fruto agridulzon
...??????????????????????????????????????.?
La autora de esta preciosa e incompleta poesía fue nada mas ni nada menos, con su maravilloso intelecto, que nuestra querida profesora de geografía, entre otras cosas, la señora Nieves Garciarena de Avalos. Me gustaría saber si alguien publico, en su oportunidad, esta poesía, y si no lo han hecho, por favor traten de encontrarla en sus hijos, y darla a conocer, pues es bellísima, en la cual reflejaba el Maipú, con su glorieta, la plaza Alvarado, la avenida de los Naranjos, entre otras cosas. Que muchos no conocimos. Muchas gracias.


“Sólo una cosa no hay. Es el olvido”. Dice un poema de Jorge Luis Borges. Vayan al encuentro de la Revista electrónica de Amigos Museo Kakel Huincul , pídanla, disfrútenla. Y ojala pronto podamos conocer la poesía completa.


Gracias Amigos!!!
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).