miércoles, 3 de enero de 2007

Licores

Preparación del almíbar
Se pone en una cacerola el azúcar y un pedazo de vainilla, se vierte agua hasta cubrir el azúcar y se pone al fuego, cuando el almíbar se forma y parece goma ya está en punto para el licor, entonces se saca del fuego y así caliente se le agrega muy lentamente la caña que se tenga preparada revolviendo sin cesar a fin de que se mezcle bien y para evitar que el almíbar se acaramele.

Filtración de Licores
Se hará uso del papel de filtro que se expende en la perfumería. Para usarlo se dobla por la mitad y se pliega como un abanico, después se abre y se coloca dentro de un embudo de vidrio, que se colocará en la botella que debe recibir el licor filtrado. Luego se vierte el liquido dentro y para que la filtración sea más rápida se tratará de poner un clavo o algo por el estilo entre el embudo y el gollete de la botella para dejar pasar el aire. Si no se quiere hacer uso del papel de filtro, se bate una clara de huevo hasta que forme espuma y se mezcla con el licor al cabo de tres días el licor estará clarificado.
Licor de Café
En una Jarra se pone un litro de caña del Paraguay, de la mejor calidad y se le agregan tres cucharadas bien colmadas de café bueno molido, se revuelve bien y se deja 24 horas en maceración, tapando la vasija para que la caña no pierda la fuerza, al día siguiente se cuela. Se hace un almíbar con medio kilo de azúcar y una varita de vainilla y se procede como indicaba Preparación del almíbar, luego se mezcla con la caña y se filtra.
Licor de Menbrillo
Se toma un menbrillo del japón o tres de los comunes, se lavan y se cortan en rebanadas muy finitas y se pones en maceración durante quince días en un litro de buena caña del Paraguay y al cabo de ellos, se cuela. Con un kilo de azúcar y una varita de vainilla se hace el almíbar siguiendo los pasos del anterior.
Licor de Leche
Un litro de leche, un litro de caña del Paraguay, o alcohol del que se compra en la farmacia, un kilo de azúcar de pancitos un limón cortado en rebanadas y una varita de vainilla cortada en pedacitos. Todo esto se deja en maceración en una vasija tapada durante quince días, revolviendo con una cuchara de madera 2 veces al día. Después se cuela por una franela o servilleta y luego se filtra por un papel de filtro. Si se quiere más espeso, no se pone el azúcar en maceración y a los 15 días con el azúcar se hace el almíbar a punto alto y se agrega al licor colado filtrándolo después por papel.
Licor de Vainilla
Se cortan a lo largo tres varitas de vainillas o más si se desea un gusto más pronunciado, se ponen en un litro de caña del Paraguay de la mejor calidad se ponen en maceración durante ocho días tapando bien la botella, Se hace almíbar con medio kilo de azúcar y se precede como ya se ha explicado colando la caña antes de unirla al almíbar.
Licor de Cacao
Se toma un litro de alcohol de 40º o caña del Paraguay. 125 grs. de cacao en polvo y una varita de vainilla. Se pone el cacao en la caña o alcohol medicinal dejándolo en maceración durante ocho días, revolviéndolo dos veces por día. Al cabo de este tiempo se cuela la caña o alcohol y se hace almíbar con medio kilo de azúcar y una varita de vainilla siguiendo los pasos que ya saben.
Licor de Chocolate
Se hace con una taza grande de leche y tres panes de chocolate y media varita de vainilla, se deja hervir mucho, se hace almíbar con medio kilo de azúcar procediendo como en todas las recetas y cuando todo esta bien mezclado se deja enfriar y se filtra.
Licor de Menta
Se toma 125 grs de menta fresca, se machaca un poco y en un litro de caña del Paraguay se deja en maceración durante ocho días sacudiendo la botella dos veces al día, al cabo de este tiempo se cuela. Se prepara almíbar con medio kilo de azúcar y una varita de vainilla procediendo como en las recetas anteriores, después se filtra
Licor de Durazno
Se toma un litro de caña de durazno, se hace almíbar con medio kilo de azúcar la varita de vainilla y se precede como en las anteriores.
Si se quiere hacer la caña de durazno en casa: se toma uno o dos litros de caña del Paraguay y en el verano se escogen duraznos bien maduros, se pelan y se ponen en la caña dejándolos durante seis meses con la vasija bien tapada.

“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).