Querida Lili , estuve en la Fiesta Semana de Santos Vega de Lavalle , donde el Intendente Señor Guillermo Marchi me entregó una distinción o presente por mi labor Literaria , comparto fotito y estas Décimas en recuerdo de mi pueblo.
Un beso grandote Norma
De mi pueblo
Inspiran mi evocación
imágenes del pasado,
que en mi pecho se han quedado
y hoy hacen su aparición.
Es sincera la emoción
que fluye de mis relatos,
que pasarán con sus datos
en forma amigable y fiel,
a perpetuar en papel
aconteceres muy gratos.
Mi pueblo tiene el encanto
de lo simple y cotidiano,
siempre prodiga la mano
a quien sufre algún quebranto.
Con mi décima le canto
a sus valores humanos,
al alma de sus paisanos
que perdura en el presente
y convive cordialmente
entre vecinos y hermanos.
Destacada trayectoria
fue la del Doctor Mascias,
que a toda gente atendía
con dedicación notoria.
Quedaron en la memoria
riesgosas operaciones;
en adversas situaciones
su sapiencia utilizó
y a la vida permitió
mejorar sus condiciones.
El antiguo saladero
fue primordial en el pago,
merecedor del halago
y en importancia primero.
En su labor fue pionero
congregando a mucha gente,
que trabajó eficazmente
fomentando su pujanza,
mas luego de tal bonanza
es recuerdo solamente.
Ay pueblito campesino
mis sienes blancas reflejan,
los años que ya se alejan
a prisa por el camino.
¡LAVALLE! fue mi destino
marcharme lejos de allí,
pero siempre comprendí
el valor de mis raíces
y a los momentos felices
los guardo dentro de mí.
En algún atardecer
acortando la distancia,
llega hasta mí la fragancia
que da la ría al crecer.
Y suele permanecer
su magia por un momento,
luego en el soplo del viento
vuela a su orilla a esperar,
que la vuelva a convocar
a través del pensamiento.
Norma Ester Montenegro
Aqui encontraran cosas simples, nostalgia, añoranza, recuerdos personales. Fotos,Anécdotas,Relatos,Recetas de cocina de las abuelas,se amontonan en los estantes sombríos. Pasen,las puertas están abiertas.
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).