Estos libritos y fascículos llegaban a la puerta de nuestra casa, en la canasta que colgaba de manubrio de la bicicleta del diariero. El Pibe o el Negro, dependía de quien lo nombrara, puntualmente nos acercaba los cuadernillos de Centro Editor de América Latina, el sello que fundara Boris Spivacow. La historia documental del siglo XX SIGLOMUNDO con las voces de los Estadistas, la música de Debussy, pinturas de Monet, Renoir, Gauguin, Van Gogh… El origen del movimiento obrero, La iglesia y la cuestión social, La literatura en el umbral del siglo por nombrar algunas de esas entregas que nos movían a pensar.
Alcanzaba con hojear para entusiasmarnos con su lectura.
Un millón y medio de estos textos ardieron en un baldío de Sarandí en 1978 el fuego no alcanzo a nuestra memoria pero como lo expresara Aníbal Ford “Esa hoguera de libros argentinos provocó un vacío, un hueco, en la transmisión y en la construcción cultural que todavía no ha sido reparado”.