sábado, 31 de enero de 2009

A veces la vida nos mira desde una vieja foto

A veces / nos miramos en silencio /
la vida y yo / a veces duele, duele /
blanca, / lenta. Se hunde en la carne /
como una botella vacía se hunde en el /
estanque / que la va llenando.
A veces , en silencio, llora /
y algo sagrado brilla en el mundo /
en silencio, reverbera en las palabras.
A veces la Vida. Hugo Mujica
Para los que queremos a Guido, continúan “afligiendo” algunos comentarios publicados en el Blog de TN y la Gente.
“Cada uno de nosotros ha arrojado por lo menos una piedra para destruir lo que tuvimos y lo que pudimos tener…” Arturo Humbero Illia

El 28 de junio de 2008 recordé aquí otro 28 de junio, el de 1966, elegí entonces un fragmento del libro EL TESTAMENTO DE ILLIA de Rodolfo Terragno
“Todos somos culpables y, cuando todos son culpables, nadie lo es. Esta argentina no es el país que queremos… Cada uno de nosotros ha arrojado, por lo menos una piedra para destruir lo que tuvimos y lo que pudimos tener… En este punto todos somos indemnes…No pensemos esta indemnidad… No le tengamos miedo a la ley, que es la única autoridad no totalitaria…No tengamos miedo ante nada. Luchemos, yo no digo con generosidad: luchemos con sentido de responsabilidad. No nos quedemos con odios… No son buenos, ni el odio ni el temor. Hagamos política… valientemente, si cabe la palabra… Creo que de esa manera podemos marchar…”.
En esta dirección encontraran el libro que pueden bajar a su computadora.
http://www.terragno.org.ar/pdfs/El%20Testamento%20de%20Illia.pdf

El 13 de septiembre de 2008 María Bernarda en su Blog también recordó al Ex Presidente Illia y colgó esta foto.


Ing. Juan José Barbieri (Maipú). Humberto Esteban Guebara (Coco) el papá de María Bernarda y el Ex Presidente Dr. Arturo Humberto Illia.

Hoy termina enero, se acorta el camino, octubre está cerca. Es éste un año político por donde lo miremos. Llevamos 25 años ejerciendo la democracia, parecen muchos, pero en la historia son apenas minutos. Para llegar a este tiempo hubo otro tiempo que no deberíamos olvidar.
Para lograr el país justo que queremos es necesario recuperar la ética, es imperioso restablecer el diálogo, y rescatar esos valores que nunca envejecen solidaridad, honestidad, honradez política. A veces la vida nos mira desde una vieja foto... y algo sagrado brilla y en silencio reverbera en palabras.

viernes, 30 de enero de 2009

Otro viejo libro

El Erial de Constancio C. Vigil. Ésta 4ta Edición de 1925 Impresa en los Talleres Gráficos Atlántida, cumplió 84 años en nuestra familia.
Abierto al azar nos deja una enseñanza
La tolerancia, hija del razonamiento, contempla el mundo en luz divina.
Comprende. Justifica.
Acepta cada hombre tal cual es, no pretende que el acero flote en el agua, ni que un trozo de ceibo sea más duro que el acero.
Considera aquella tremenda confusión interna que padece cada uno; cuán peregrinos son los estados de alma simples, los pensamientos sin mezcla.
¡Difícil apreciar lo que desea o se propone un hombre! ¿Acaso él mismo lo sabe? ¿Acaso los resultados se parecen a sus esperanzas?
Por esto dijo Jesús: ¡No juzguéis!
Porque hijo mió, ¿Cómo juzgar sin justicia?

lunes, 26 de enero de 2009

¿SERÁ ÉL?

A pedido del parroquiano Guillermo que ha visitado nuestro almacén, aquí sobre el mostrador quedan los versos que nos ha encargado de Pedro Boloqui ¿SERÁ ÉL? Publicado en Viento Arriba. Prólogo de Santiago H Rocca. Impreso en 1940 por “Baltar” de Ferretti Hnos y Cia Chascomús
¿SERÁ Él?

En los palos que resguardan
El viejo pozo aguatero,
Con su percal dominguero
La moza, sentada aguarda.
Se ve, en lo inquieta que tarda
Quién su cariño presiente;
Por que, llevando a la frente
Una mano, explora alerta,
La vieja huella desierta
Donde no asoma el ausente.

Y mientras cada mirada,
Tras de un suspiro va huyendo,
Un clavel se va durmiendo
Sobre una cálida almohada.
Ya al sol la agreste lomada,
Lo oculta, y ella abatida,
Mira la flor prometida
Mientras sus manos, nerviosas,
Torturan los moños rosas
De sus trenzas renegridas.

Pero de pronto, calmando
Sus inquietudes, divisa,
A un jinete que de prisa
Viene el camino acortando.
Entonces, como soñando,
Besa con ansia el clavel
Y, aunque ya, el instinto fiel
Le confirma su ventura;
Suspirando con ternura
Se pregunta: ¡Será él?

Y lo demás para que
Decirlo si ya es sabido
El reproche; no ha existido,
Y la tristeza, se fue
Sólo al mirarlo ya ve,
Que no es posible el enojo;
¡Hay tanto amor en sus ojos!
Que solo pierde terreno,
Mientras temblando en su seno.
Revive el clavel más rojo
Y UNA YAPITA

Idilio criollo Jean Leon Palliere (1823-1887)

sábado, 24 de enero de 2009

...da para sainete

Cuando cierto tema urticante, alguna revelación, se instalaba en aquellas largas sobremesas dos frases se repetían entre muchas otras “¿Podes creer? Y “¡da para sainete!” Yo no sabía por entonces, que era un sainete pero no tardaría en aprenderlo. Entre los personajes del Sainete siempre estaban presentes el compadrito, el guapo, algún pícaro, un malevo resentido, la chica buena, las chismosas; los buenos y los malos. La vida.
Fue así como tempranamente conocí los nombres de Vacarezza y González Castillo, entre otros. ¡Si hasta recitaba! unos versos que decían: “Un patio, un conventillo, un italiano encargado, un yoyega retobado, una percanta, un vivillo, dos guapos de cuchillo, un chamuyo, una pasión, choques, celos, discusión. Desafío, puñalada, aspamento, disparada, auxilio, cana y telón”
José González Castillo, poeta, dramaturgo autor de varias obras entre ellas el Sainete “Entre Bueyes no hay cornadas” dijo: “El Sainete es la caricatura del drama”

Telón, digo pausa… voy a la cocina estoy preparando higos en almíbar, con una antigua receta familiar. Los higos, fruto de una plantita que hace años (unos muchos) viajó desde “los Guidos” hasta Banfield; desde entonces, no ha dejado de dar frutos, cantidad suficiente como para preparar estas dulzuras caseras.
Mientras lentamente los higos se transparentan en el almíbar regreso al teclado para continuar con el Sainete.
Primero nobleza obliga debo recordar que el teatro era uno de los entretenimientos de mi familia cuando vivían en Guido. ¡Sí hasta “representábamos” exclamaba orgullosa mi tía! y para muestra aquí un programa, que tiene sus años, y los nombres de muchos de aquellos amigos.
Pero volvamos a las frases ¿Podés creer? y ¡da para sainete! que vienen una y otra vez en cada vuelta que ingreso al Blog TN y La Gente; y confieso, lo hago a diario. Ya no realizo comentarios, no quiero incomodarlos… las imágenes lastiman, pero más mucho más afligen algunas manifestaciones que amparadas en seudónimos, anonimato y/o usurpación de nombre expresan su rabia, su indignación, su antipatía.
¿Propuestas?, la de María Guebara, que ingresó su reclamo al HCD y que muy pronto conoceremos cuando la suba a su blog. Es verdad que varios piden no desviar el tema que abrió la denuncia y repasan los excesos de la democracia. Pero falta compromiso.
Me atrevo a decir que esto no solo sucede en General Guido, transcurre en cada rincón de este bendito país, falta compromiso… “La vida política de un pueblo marca la condición en que se encuentra; marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter. El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión. La vida política forma esas grandes agrupaciones, que llámeseles como ésta, populares, o llámeseles partidos políticos, son las que desenvuelven la personalidad del ciudadano, le dan conciencia de su derecho y el sentimiento de la solidaridad en los destinos comunes” Leandro N. Alem 13 De Abril De 1890.
Si queremos cambiar, comencemos hoy, octubre está cerca y ¡Se puede!
Otra pausa… voy por mis higos, mientras bajo el fuego recapacito; no tengo que enojarme tanto por algunas críticas que hicieron a mis intervenciones en el Blog TN y la Gente. No tengo que molestarme digo, mientras pruebo un higo ¡riquísimo!... y si no me pondero yo ¿quién?. Los que creyeron ofenderme usando “alias”, diciendo "no sos de Guido", "no existís", etc. etc.... en algo tienen razón "que sabe el burro de confites, si nunca fue confitero" ¿Quién soy yo para opinar?

Los higos en el almíbar, Vacarezza, González Castillo, el programa de La Gran Velada Teatral en el Cultura, la boleta de ARBA que llegó esta mañana… ¿Pueden creer? me recordaron que Guido sigue allí, nuestra casa sigue allí, con lo bueno y lo malo Gral Guido sigue allí; con las mirabilis de Don Abel abriéndose camino entre grietas para perfumar las noches, con el saludo amable de la gente que quiero, con puertas sin trancas, con frescas galerías, siestas, parras, bicicletas, carnavales, con amores contrariados o acostumbrados, con la Laguna silente, con soledades arrinconadas, con perfume a nardo, con letanías artificiosas, con piadosas mentiras, con ensordecedores silencios, con abrazos perdurables, con "la dulzura de sus atardeceres pampas", con sus dimes y diretes, con "ropa tendida al sol de la tarde" "con sus paredes de vidrio", Guido sigue allí, como cualquier pueblo de cualquier lugar... con sus grandezas y sus miserias. Nada ha cambiado, sigue allí, querible y añorado... y sí, podes creer amigo, como la vida misma “da para sainete”.

miércoles, 21 de enero de 2009

Alberto Vacarezza. La Biblia Gaucha. Refranes y Consejos del Viejo Irala

Consejos
I

Por mi cencia y mi concencia
La gente me llama “El Zorro”
y no te ofendas cachorro,
si te advierto en la dentrada
que al hablar, poco me agrada
que nadie me corte el chorro.

Dejáme , pues, redamar
la tinaja de mi cencia,
y escuchame con pacencia
pa madurar mi razón;
a cambio de tu atención
yo te daré mi experiencia

Nací como todo bicho
en sus cuevas o pajales:
las diferencias formales
sólo están en el vivir.
al nacer como al morir
los hombres semos iguales

Trabajar jué mi destino
dende que aprendi a ensillar
me mandaron a boyeriar
y boyeriando mis güeyes
no pude aprender más leyes
que la ley de trabajar-

Pero aunque el trabajo es duro,
pior trabajo es no hacer nada;
por eso en la repechada
nunca afluejo aunque me enferme
Al camarón que se duerme
lo lleva la correntada.

Pensá en Dios pero no creas
en brujos y charlatanes
que viven como haraganes
emponchaos en la penumbra…
No hay más candil que el que alumbra
ni trigo que el que hace panes.

Cuando una pena traidora
te engüelva en su cerrazón
sacá en limpio la razón
que motivó tu tristeza.
Se atajan con la cabeza
los golpes del corazón

No te aflijas por tener
ni envidiés bienes ajenos,
la suerte lleva a los güenos,
pa el rumbo que les conviene.
No es más rico el que más tiene
sinó el que vive con menos.

Cuando de puro atorao
pensés mejorar de puesto,
acordaté siempre de esto
pa sofrenar tu mbición:
al caballo comilón
hay que acortarle el cabresto

Al que te quiere alegar
no le pongas mala cara;
y al que porfiao te toriara,
debes contrariarlo poco:
Siempre hay que correrlo al loco
Pal mismo lao que dispara…

Y no te hagas malos juicios
del hombre que ha rifalao,
que muchos se han desbocao
contra el pobre que cayó
y al tiempo los vide yo
rengueando del mismo lao.

La amistad es trigo maduro
que es necesario emparvar,
y lo que digo al pasar
nunca lo eches al olvido:
amigo que se ha perdido
ya no se vuelve a encontrar.

Mas no te abras demasiado
al que el lomo te palmea
y regalarte desea
sin que nada se lo mande;
cuando la limosna es grande
hasta el santo disconfea.

No te pases de hablador
que hablar mucho es imprudencia;
ande no alcance tu cencia
pegale a la lengua un ñudo…
no hay juez que condene a un mudo
por falta de concencia

El que es pícaro de vicio
y en la bondad no se fía,
si supiera de alegría
del hombre manso y sereno,
tendría que hacerse güeno
tan sólo por picardía.

No le recordés a nadie
los defectos que tuviera;
yo te hablo de esta manera
por las probanzas que tengo
nunca hay que pasarle al rengo
por el lado de la cojera.

Cuando una ocasión siguro
con sus ventajas te tiente,
áhi nomás clavále el diente
y acomodoate a lo perro;
a la ocasión como al fierro
hay que golpearla en caliente.

Si te quisieran llevar
como ciego a la capilla,
no desatés la presilla
y hacéte prudenciador…
la chala se ve mejor
cuando se acaba la trilla.

Buscále la comba ala palo
de esta verdá que te explico
y no estires el hocico
al revoliar de los cobres.
en la salú de los pobres
está la plata del rico.

En las trenzadas a fierro
afirmáte en los garrones,
y no perdás ocasiones
de ventajearlo al más pillo,
con un ojo en el cuchillo
y el otro en las intenciones.

Nadie se debe acostar
sin aprender cosa nueva,
y si querés una prueba
es esta que aquí tenés:
ricordá a quien le debes
mucho más que a quien te deba.

Al que sabe andar derecho
no se le tuerce el arao
y ñandú que uno ha boliao,
otro lo despluma luego…
al zonzo cambiále el juego
y al vivo bacélo a un costao.

Todas las mañas están
en esconder los reveses;
por cuidar tus intereses
no descuides la manija…
al que estira la cubija
se le destapan los pieses

No pidás a quien vivió
en la complacencia ajena,
ni te amilane la pena
de andar apurao de chala
cuando más se anda en la mala
más se acerca uno a la güena.

Alberto Vacarezza
Consejos del Viejo Irala

Continuará

sábado, 17 de enero de 2009




Guido esta convulsionado por la denuncia aparecida en TN y La Gente, no es para menos al tema lo atraviesa todo. Pudo pasar en cualquier otro lado, puede estar pasando en otro lugar, de hecho esta sucediendo pero en Guido y por aquello de la pertenencia duele más, huele peor. Algunos comentarios muestran un nivel de falta de educación que asustan. De metida me puse a opinar y salí escaldada, No por falta de boca, me calló, soy vieja y aprendí que no enferma lo que entra por la boca, sino lo que de ella sale, a mi no me gusta que me ofendan, menos ofender. Seguramente se sorprenderían si abro los archivos, no se salva nadie, puedo establecer las líneas de parentescos de casi todos, hasta de mis propios parientes. Repitiendo una vez más al gran Abelardo Castillo “Siempre he pensado que los pueblos son de vidrio, las paredes de las casas, quiero decir. Todo se ve a través de ellas. Todo el mundo sabe todo de todos, y lo que no se sabe se imagina o se inventa.” La que espera. El Espejo que tiembla Seix Barral Biblioteca Breve 2005.
Volvamos al tema que desato la discordia en "los Guidos" La Pileta del Polideportivo Municipal un problema, un olvido, una vergüenza que tiene solución y que seguramente entre todos dialogando (no con agravios como hasta ahora) la encontraran. Desde aquí, sin interferir, ayudare, si es que me lo piden… por ahora me quedo leyendo al Maestro Don Mario Benedetti


Estar en paz

Estar en paz no significa
dejar los odios en la cueva
y tapar los remordimientos
que todavía nos acosan
estar en paz es un delirio
que perseguimos en los sueños
y al que no siempre damos caza
antes que el sol nos despabile
a veces puede consistir
en una tarde de reposo
cuando miramos un paisaje
que intenta abandonar el marco
o también cuando desciframos
un jeroglífico del tiempo
y comprobamos que por suerte
sobrevivimos todavía
estar en paz / qué buena cosa
si fuera un riesgo permanente
y nos miráramos las palmas
limpias de culpas y perdones
la paz con paz es la aventura
más seductora de este limbo
especialmente cuando surge
como un epílogo de guerra

domingo, 11 de enero de 2009

El perfume de la tierra recién mojada

¿Calor?, estamos en enero, es verano y siempre la temperatura en estos meses, sube.
Pero como cada verano el tema es “la canícula”, ¡Que calor!, ¡Cuanta calor Doña! ¡Es inaguantable tanto calor! Hoy Aire acondicionado, Split… ayer abanicos, ventiladores y la frescura de patios y galerías mojadas a la hora de la siesta o a esta hora cuando ha oscurecido, desparramando esa fragancia agradable refrescante, perfume a tierra mojada.
- ¡Chica te vas a cocinar en esa resolana! Hay que cuidarse de la insolación recomendaba mi tía, cuando al verme asoleándome sobre el pasto.
- Veni que prepare mate cocido bien fresquito. Yo me enfundé en mi playero, una vieja camiseta de algodón sin mangas a la que había sumergido en anilinas haciendo mi primer Batik y rumbee para el fondo. Allí estaba María abanicándose con una pantalla, un abanico, que era la publicidad de una tintorería de la zona y la jarra con la fresca infusión de mate cocido, a la que le había agregado cubitos de limón y naranja con unas rodajitas de los mismos críticos, ¡una preciosura!
- ¡Che pero mira que lindo te quedo el playerito! Para ella siempre, cualquier cosa que yo hacia merecía una felicitación, ¡Muy lindo!, ¡Excelente!, ¡Perfecto!.
La jarra, de vidrio, gordota invitaba a charlar de cosas perdidas, recordar, hacer memoria, pasarnos recetas de cocina, o la técnica del Batik; mientras el agua salía con fuerza manguera arriba, regando las plantas que parecían agradecer devolviendo ese olorcito a tierra mojada.
¡Ozono! Olor a ozono dije una tardecita cuando esa fragancia inundo el jardín, mostrando mis conocimientos de química.
Mi tía pregunto ¿y que es el ozono? Yo me explaye: una sustancia gaseosa compuesta por tres moléculas de oxigeno…ta,ta,ta. Ella me escuchaba atentamente.
- Siempre se aprende dijo mientras mudaba la manguera, pero para mí sobrina, es y será olor a campo, a tierra mojada. El perfume de las tormentas de verano, ese que avisaba allá en Guido que había que trancar puertas y ventanas. Mira, si yo pudiera, si supiera cómo hacerlo guardaría en un frasquito ese ozono para destaparlo, de improviso y volver al frescor de las siestas, de los viejos patios, de las galerías con malvones y geranios… ¿Se podrá?
Hoy un Ozonizador nos trae ese perfume, sin necesidad de regar plantas, sin que la tormenta se anuncie obligando a trancar puertas.

Mi abuela Mercedes, la Pita, la mamá de mi mamá estrenaba aquel verano en que yo me dedique al Batik con anilinas, la heladera nueva, una General Electric GL 11 y para sofocar los calores hizo helados, todo el verano; tengo las recetas de esos helados, y voy a convidarlos hoy con esta "Crema Portuguesa". ¿Se animan? Van los Ingredientes

½ litro de leche
150 grs. de azúcar
150 cc de crema de leche
1 copita de Cognac
1 cucharadita y ½ de gelatina sin sabor
2 huevos
100 grs de fruta abrillantada

Manos a la obra.
Hervir la leche, agregar la gelatina revolviendo para evitar que se agrume.
Batir las yemas junto con el azúcar mucho, hasta que quede blanco, casi una crema. Ahí agregar de a poquito la leche todavía caliente dónde disolvimos la gelatina y nos vamos con la preparación al fuego y sin dejar de revolver cocinamos hasta que espese ligeramente; cuidado que no hierva, si hierve la preparación se corta y no habrá helado.
Una vez que espesa retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Mientras tanto batimos las claras a nieve, en otro recipiente la crema de leche hasta que espese. No se quejen, nosotras tenemos batidoras, minipimer, etc. las abuelas, un batidor de alambre. Cuando la cocción esta fría entonces se agrega, las frutas picadas, la crema batida y por último las claras a nieve. Listo, llevemos la preparación al congelador.
Mi abuela, como les cuento, estrenaba la General Electric y la preparación la colocaba en las cubeteras de aluminio, sin el separador, ese que permitía hacer "dieciocho" cubitos perfectos; recuerdo que tenía una palanca que cuando se tiraba, previo paso de la cubetera por debajo del chorro de agua de la canilla, los cubitos quedaban sueltos en la cubeta ¡¡dieciocho!! ni uno menos. La Pita fabricaba cubitos con jugo de naranja y de limón, a tía María le gusto la idea y la puso en práctica ella también.
Pero volvamos al helado casero media hora debía pasar con la heladera en máxima potencia, entonces, lo retiraba, lo volvía a batir, y otra vez: cubetera – congelador. Ahora bajaba la potencia y a esperar. Para disfrutarlo primero había que pasar por la siesta obligatoria y después una hora más desde que salía del congelador pero les aseguro que valía la pena.
Mientras tanto mi abuela Pita baldeaba el enorme patio de lajas cubierto por una glorieta donde se enredaba un parra de uva chinche super dulce, ¡exquisita! y seguía por el largo pasillo, allí también se producía la reacción química y el aire olía a fresco, a limpio, a tierra mojada, a ozono.

¿Calor? Estamos en enero, y calor, que yo recuerde, ha hecho siempre en esta húmeda Buenos Aires.
Mientras les cuento esto, llegó la noche, puertas y ventanas permanecen abiertas mientras el difusor gira desparramando agüita fresca para mis plantas, enfriando macetas y patio trayéndome la fragancia de estos recuerdos, el sabor de los higos en almíbar, de las ciruelas “amarelas”, de la uva chinche, de los cubitos de limón o de naranja, el perfume de los jazmines, mi playerito “batik trucho”.

Hace calor, en el aire hay olor a ozono, mi crema portuguesa está a punto… pero no puedo dejar de pensar en la Pileta del Polideportivo de Guido.

viernes, 2 de enero de 2009

Cuando la historia se ve, se aprehende.

"La historia masiva obtiene una repercusión pública que la disciplina histórica busca"
Beatriz Sarlo

En el patio de carruajes del Museo Kakel Huincul de Maipú Provincia de Buenos Aires se encuentra esta Chata de Carga donada por la Flia Paulsen. Pude conocerla en julio del año pasado cuando con mi prima visitamos el Museo. De regreso a Guido recordé una milonga que cantaba Don Alberto Merlo y que le gustaba mucho a mi padre llevaba por titulo "La Chata de Lobería"


De tanto escucharla termine viendo la historia ...y cuando la historia se ve, se aprehende.

Sólo recordaba aquella tardecita de julio unos pocos versos
Hoy está pa gallinero,/pero cargada de gloria,/y ya ha pasao a la historia/su pintoresco letrero.../¡Ya no corta el terraplén/la chata de Lobería,/que en otros tiempos solía/pasar con rumbo al Quequén!

Unos días más tarde, las casualidades hicieron que por otro motivo en Pinta , José, publicara la letra... “Recordás cuando Humber nos la enseño de niños” le preguntaba a su hermana. La memoria, siempre "la voluntad de memoria oponiéndose a la voluntad olvido"

Viene avanzando una chata
que sigue un caballerizo,
que montao en un petiso
va detrás de la culata;
parece que el sol lo achata,
o el peso de su sombrero.
Ya se abre un torniquetero
y entra en un campo a cargar,
porque viene a levantar
la cosecha del potrero.

Esperando que lo cinchen
en cuanto cargue su dueño
un ladero se echa un sueño,
y las roldanas del guinche,
sin dejar de hacer bochinche
no se quieren quedar quietas.
Las bolsas, hechas maleta,
van subiendo sin parar,
hasta llegar a formar
dos filas sobre la aleta.

Después, a los barquinazos,
mueve; al ruido de las cuñas,
clava el varero las uñas
queriendo hacerse pedazos;
y al sonar los latigazos
como tiros de pistola,
se hace el ladero una bola
y se afirma el cadenero,
como gato cocinero
que lo tiran de la cola.

Rumbeando pa la estación
un día que había cargao,
se tuvo que hacer a un lao
pa darle paso a un camión.
Y desde aquella ocasión
quedó atrás, y se ha perdido:
el asfalto no ha podido
resistir todo su peso,
y se quedó en el espeso
tembladeral del olvido.

Hoy está pa gallinero,
pero cargada de gloria,
y ya ha pasao a la historia
su pintoresco letrero.
Todo el lujo de su apero
se fue con ella, también...
¡Ya no corta el terraplén
la chata de Lobería,
que en otros tiempos solía
pasar con rumbo al Quequén!

LA CHATA DE LOBERíA
Letra de Luis Domingo Berho
Musica de Francisco Chamorro

Y si quieren saber del Museo Kakel Huincul lean El Amigo Boletín electrónico de la Asociación Amigos del Museo; o mejor aún ¡visiten Maipú!
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).