lunes, 22 de octubre de 2007

Cualquier parecido...es pura coincidencia

“Allá por la década del cuarenta, en Radio Mitre, Juan Carlos Mareco “Pinocho” nos hacía conocer a Wimpi”, ¿te acordás, che ? evocaban mis tíos en una charla de sobremesa. - Garcia Nuñez era el apellido agregaba Don Abel Cepeda, memorioso. Rioplatense, nacido en Montevideo, educado en Buenos Aires, observador del paisano, su idiosincrasia aportaba mi padre… y ya reían a carcajadas recordando a … (pueden creer que lo olvide) y aparecía este libritoLos cuentos del viejo Varela” y comenzaba, tío Loro a leer, por supuesto que siempre relacionaban el cuento con "ese" pariente, o conocido de los pagos de General Guido. Cualquier parecido… es pura coincidencia decían los Madrid cuando comenzaba la lectura de

El Retobao

¡Estaba malo aquella tarde Margarito Pampin! Mate va, mate viene, aprovechaba cuando era la toca del otro -Alipio Montoso- para seguir contando con gesto arrollador: _¡El se cree que por que ej’ el patrón, puede andar basureando! ¿Y uno ej’ un hombre, canejo! ¿Ej’ un hombre o no es un hombre, uno! ¿Ej’ un hombre! ¿Tonce? Jué lo que yo pensé cuando me mandó, ya anochecido, arreglar la rienda e’ la portera. “¡Cómo – me dije pa’ mí - a estaj’hora arreglar la rienda e’la portera! ¿No jué güeno e’acordarse más temprano, con el sol alto?” Y, a más, ¿vos te crees que por acaso me dijo: - “Che Margarito ¿serías deseoso e ‘ir a arreglar la rienda e’ la portera?” ¿No señor! Me da un alambre e’fardo y agarra y me dice, dijo - que yo entuavía pensé pa’ mí: - “¿Cómo? ¡Tonce ya no hay un rispeto pal semejante!” – dijo, me dice:- “¡Tomá este alambre y andá arreglar la rienda e’ la portera que la vide cáida. ¡Movéte, abriboca!”
¡¡Lo que lo oí decir “abriboca”, mira, casi echo mano a la cintura!! Ya había dado el paso atraj’ y todo. Pero dispue, pensé entre mi: -“Desgraciarme por una zoncera, andar a monte, peliar con la gendarmería…” ¿Jué eso que me contuvo! Pero él algo me aberá notado en la mirada, por que agarra y lo que vio que yo tardaba en dir me dijo, dice - “¿Me oiste bobeta? ¡Ya tendería que estar arreglada la rienda e’la portera! ¿Qué estáj esperando? ¿Qué te curta a lazo?” ¡¡Y ahí jué- ¡ves? Ahí jué donde yo me encocore!! ¡ ¡Cómo “curta a lazo”!-pensé pa mi- ¿entoncé quiere decir que en el mundo ejtamo? Persona por persona uno ej tanto como cualesquiera.
En ese momento yega el capatá a decirle que había encontrado la garrapata en la majada y que el carnero australiano se había medio como desortijao, un poco bastante. ¡¡Malo se puso aquel hombre entoncé!! ¡Un Basilisco! Que yo entuavía pensé pa mi: - Ya te vaj arrepentir si con este entripado de áura me seguis destratando trompeta! ¡Yo te viá’enseñar, cabeza de’chanco!, pensé pa mí. Y lo mire, mirá, como para rejundirlo. Decí que él en ese momento taba mirando al capatá y no me véia. ¡Que si me ve, si’arma! Pero un de repente se da guelta- que era lo que yo esperaba, te juro que lo taba esperando. No vea máj’esta luz y me dijo, dice a los gritos- “Si de aquindiej minuto por reló no ejta arreglada la rienda e’la portera, vaj a recibir tanto sogazo que te van a tener que salar!”
Y entonces, Alipio Montoso, mientras le alcanza el mate, le preguntó a Margarito:
- ¿y vos que’hiciste?
¡ y jui, nomás a arreglar la rienda e’la portera! Pero yo lo que quería eran las cosas claras ¿me entendes? A mí, yo, mirá, con las gueltas no la voy. Yo, a mí, al pan, pan al vino, vino…"

Cuentos del Viejo Varela C.y R.Nalé Editores Buenos Aires 1953. Aquí se los dejo para que lo compartan con sus mayores… y cualquier parecido… aún hoy, es pura coincidencia.
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).