jueves, 31 de julio de 2008

Hoy sumamos a Labardén


El azar, o “las casualidades ” ayudaron. Hoy encontré la página de Labarden, en ella la foto que están viendo es la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús donde un 10 de febrero de 1979, el inolvidable padre Josué Chávez Paz bautizó a mi hija Danii. Entre las muchas fotos que tiene la página, reconozco la casa de Don Julio Solanet - hoy Museo Municipal – y recuerdo a María Amalia.
Descubro la biblioteca y me detengo en unos palenques, que “Orlando las veredas” traen a mi memoria esos versos de Justo P Saenz (h) que hace tiempo publiqué y que hablan de un pasado conservado. Y pienso en los días que han pasado desde que abrimos éste almacén, en María Guebara, primer Guidense en encontrar la botella en el mar… y paso por su Pinta… Pinta , José Esteban ya había “pintado” la Letra de “La Chata de Lobería” que ayer nomás recordé cuando leí “Tembladeral del olvido” ¡Otra alegría, más!. Amigos de Lobería que reencontré gracias a Internet.
Mientras tanto la Quilmeña y guidense Laura Tredentti nos recordaba que el fútbol es un sentimiento y le regalaba el poema de Walter Saavedra a los chicos de la Escuelita de Fútbol Infantil … Desde Dolores me enseñaban a no “juzgar antes de los alegatos”, y Diego a ser mejor cada día.
Maipú sigue allí, cerquita y nos acerca más amigos.
Y pensar en los comienzos es decir Mar del Plata K-nelita… Y no olvidar a todos esos colaboradores que siempre están apoyando Griselda Garcia Cuerva, Norma Montenegro, Juan Carlos Pirali y tantos otros.
Sin olvidar a Maria Marta Vargas Directora de Cultura de Gral. Guido, que tan bien me recibió cuando estuve el pasado 9 de Julio.
Sumar eso hemos hecho a lo largo de estos meses y eso seguiremos haciendo. Hoy sumamos a Labarden. Justo hoy, en la festividad de San Ignacio de Loyola, en el día del cumpleaños de Danii, "las casualidades" anduvieron traveseando a mi alrededor, para mantenerme ocupada.

martes, 29 de julio de 2008

Enrique Rapela

Hace unos días recordaba mis clases de Danzas Folklóricas, allá lejos y hace tiempo, hoy me encuentro con estos dibujos de un enorme dibujante argentino Enrique Rapela, aquel que dibujaba “Fabián Leyes” ¿ lo recuerdan? Aquí quedan estas ilustraciones de algunas Danzas Tradicionales.


domingo, 27 de julio de 2008

La música, las palabras, la adolescencia

¿Dónde vas con mantón de Manila?/ ¿Dónde vas con vestido chiné?/ A lucirme y a ver la verbena, /y a meterme en la cama después.

Así empezaba el juego. Jugando se aprende. Yo, aprendí por ejemplo que aquella canción pertenecía a una Zarzuela, que se llamaba “La verbena de la paloma” y que esa verbena no era lo mismo que la planta de florcitas azules que se colaba por el alambrado que separaba nuestra casa de la de Emilia y "dejaba durante el verano un perfumado dobladillo azul al libustro", sino una fiesta allá, lejísimos, "del otro lado del océano", en España.
Aprendí que en la Zarzuela se alternaban “la declamación” según tía María y el canto.
Aprendía, en cada juego, aprendía como más tarde lo haría mi hija, porque con los tíos siempre se aprendía algo.

Recuerdo cuando María cantaba “Madrid, Madrid, Madrid,/ pedazo de la España en que nací, / por algo te hizo Dios, / la cuna del requiebro y del schotis. / Madrid, Madrid, Madrid, / “don Cesareo” piensa mucho en ti; /por el sabor que tienen tus verbenas / por tantas cosas buenas / que sueña desde aquí.
Mientras me ponía un pañuelo grandote en la cabeza, algunas veces, agregaba unas florcitas de verbena, que asomaban por debajo del pañolón, ella se colocaba una gorra, un sombrero y bailábamos, bailábamos dando vueltitas, ¡marcando los compases chica! Pedía, mientras cantaba “Madrid, Madrid, Madrid, /pedazo de la España en que nací, / y vas a ver lo que es canela fina / y armar la tremolina/ cuando llegues a Madrid”
- Oye Negrita que no soy de allí sino de Ourense, provincia de Galicia le decía mi abuelo Cesáreo riendo, al tiempo que le devolvía el mate. ¡gran tomador de mate el abuelo Cesáreo!
Era en ese momento que María cambiaba el repertorio pasábamos del schotis madrileño a la muñeira o a la jota gallega “Na veira, na veira, / na veira do mar / hay una lanchiña pra ir a navegar / pra ir a navegar, pra ir a navegar, / na veira, na veira, na veira do mar.”
Lindos recuerdos. Sí, jugando se aprende.
Hace unos días mientras buscaba el libro “los Documentos de Hipólito Yrigoyen”, encontré ese pañolón con el que me convertía en “la Chulapa que bailaba Schotis” . Hoy recordé la verbena y la paloma y la anécdota de La Condición, danza tradicional argentina que tuve que bailar cuando aprendía una palabra nueva " adolescencia" que llegaba para quedarse. Me negaba terminantemente a bailar La Condición, por que mi compañero, no era el que a mi me gustaba o ¿será que te gusta, sobrina? decía tía María siempre pícara.
¿Les cuento?:
Me habían confeccionado para ese año, el último de la escuela primaria, una vestido de paisana precioso, color azul celeste, salpicado con unos ramitos de coloridas florcitas, pero la profesora decidió que para el 9 de julio usaríamos la pollera con chaqueta de mangas “jamonudas” que se ajustaban desde el codo hasta la muñeca, rematando en delicados voladitos en puños y cuello, la razón, aquellos inviernos eran muy crudos y esa vestimenta permitía que debajo lleváramos “camiseta de manga larga y medias de lana, pasando las rodillas” ¡un horror!. Pero estábamos “más y mejor abrigaditas”. Cero glamur, pero eso nos permitía cada año iniciar el período de vacaciones que por entonces comenzaba finalizado ese acto, sin estados gripales.
Así fue que el vestido azul celeste salpicado de florcitas quedó para la fiesta de fin de año cuando lo estrené bailando una chamarrita inolvidable.
Pero volvamos a aquel 9 de julio de 1964, María me prestó unos aros criollos y un pañuelito blanco bordado con el que ella también bailaba. El 9 de julio inauguré los zapatos con taquito que habíamos comprado en Capital.
Siempre que bailábamos lo hacíamos con badana, o alpargatas pero esta vez la profesora quería que sus alumnos se lucieran más que de costumbre, la inspectora estaría en aquella fiesta, evaluando su trabajo, entonces, pidió todo y más, así fue que tres de sus seis alumnas nos subiríamos por primera vez a un par de taquitos, las otras lo dominaban, bailaban también español. Debo reconocer con un dejo de vanidad que para nada me costo usar aquellos zapatitos. Yo andaba subida siempre a los tacos de María, y a unos color blanco que me había regalado mi prima Myrtha, tenía dominio total en las chancleteadas con tacos altos, estos eran a medida. Terminaba la escuela primaria y me sentía una cenicienta transformada en princesa, cuando los calcé.
- No será difícil vamos a practicar anunció María, despejando el área corriendo las sillas, la tardecita que volvimos con los zapatitos negros de tacón, imaginen lo feliz que estaba. Subí sin problema, bailamos en la cocina de casa gato, chacarera, schotis, ranchera, chamarrita y aquel pasodoble “Pisa morena, pisa con garbo / que un relicario, que un relicario / te voy a hacer, / con el trocito de mi capote / que haya pisado, / que haya pisado tan lindo pie” que sonaba en las guitarras de los tíos.
Me sentía muy segura y súper divina, cuando al día siguiente la profesora golpeó las manos anunciando ¡vamos a ensayar!, sucedió lo inesperado parada al lado de mi compañero, observé que quedaba más alta, ya no me gustó, aquello no iba a funcionar, sabía que ella no iba a dejar pasar ese detalle, y no me equivoque. La profesora decidió cambiar las parejas, yo no tenía con quien bailar, entonces llamó a otro de sus alumnos y dijo vas a bailar con ella. A mi no me pregunto si yo quería bailar con él.
Furiosa llegué a mi casa
-¿Y que tal el ensayo?
- Mal ¡¡¡No!!! No voy a bailar, dije
-¿Pero porque? Preguntó mi mamá, y María y todos a coro
- Porque no voy a bailar con ése pibito engreído decreté. Engreído era una palabra de las tantas que María usaba cuando me marcaba desplantes o caprichos que siempre tuve y… tengo “No seas engreída chica, eso te afea” Yo había aprendido, pero me faltaba aprender mucho todavía.
- Pero porque preguntaba mi mamá, mientras planchaba, tarea que siempre le gustó realizar, aún hoy a los ochenta cumplidos.
- Con ése pibito no voy a bailar, dije y me empaque.
- Pero ¿quién es?, ¿cómo se llama?.
- No sé, no lo conozco, no me gusta.
- Yo diría que te gusta repitió María sabedora.
Dejando el mate cebado en la mano de mi mamá, buscó el Diccionario Sopena, amarillo gordo, que estaba en la repisa de los libros de mi papá y me dio a leer el significado de "Adolescencia". Y me dijo “Mire sobrina no conozco a ese “pibito” como usted lo nombra, pero sí la conozco a usted y de usted puedo decir con total seguridad que se comporta como una futura adolescente sin miedo a equivocarme” Yo ardía de rabia, cerré el diccionario y furiosa me fui a llorar al baño.
María tenía razón… “ese pibito” me gustaba pero la palabra “adolescencia” no me gustó para nada, me dio miedo, como cuando escuchaba “desangelado”. Con el tiempo nos haríamos amigas con la adolescencia. No paso lo mismo con “desangelado”, aún hoy al oírla, pronunciarla o escribirla siento frío.
Al día siguiente llegó la hora de salir para la clase de danza y dije: - no voy, pero mi madre que siempre tuvo en su mano “la persuasión” me hizo sentir que debía ir. Y fui, frotando el pellizco en el brazo que por suerte y gracias a tanto abrigo había llegado muy debilitado al objetivo.
La Profesora se sentó a mi lado y preguntó ¿que pasa, porque no queres bailar con él?.
- Porque no, fue mi respuesta.
- Esa no es una razón.
- No va a mi colegio alegue
- Tampoco es motivo, comparte otra actividad dijo con voz suave.
Mientras tanto él ensayaba su número de zapateo, mirándose en el gran espejo que ocupaba la pared, entrando a la izquierda, donde también estaba la mesa con el tocadisco, los discos, un florero que siempre tenía flores frescas y una bandeja con vasos que en algún momento la mamá de la profesora los llenaría con naranja crush, para cada uno de nosotros.
La Profesora me miraba y sonriendo dijo: vas a bailar con el mejor de mis alumnos, todas las chicas quieren bailar con él, pero yo quiero que seas vos la que baile con él. Es cierto no es tu compañero de colegio, pero si tu compañero de danzas folklóricas ¿verdad?, asentí con la cabeza ¿te vas a perder esta oportunidad, sólo porque no son compañeros de colegio?. Yo no respondí, ella me arreglo el cabello, me miro a los ojos y dijo: Vamos ponete esa pollera, indicó la silla donde se amontonaban la largas polleras de tafeta que usábamos en los ensayos, calzate los zapatos que vamos a repasar el cuadro.
Estaba ajustando la cintura de la pollera cuando comenzó a sonar La Condición, alguien me toco el hombro, cuando gire me encontré con la cara llena de risa de ese “pibito engreído”, que si me gustaba y haciendo una reverencia como lo había ordenado la profesora me decía “bailamos” y tomándome de la mano me llevó a la esquina de la pista como lo marcaba la coreografía, yo estaba roja de vergüenza. La Profesora detuvo la música y nos pidió “Chicos imaginen. Estamos en amplio salón de una casona colonial allá en Tucumán, en las calles todo es algarabía, festejan, la noticia que corre como el viento hemos logrado la Independencia, somos una foto que se pone en movimiento” volvió a poner la púa sobre el disco y comenzamos a bailar en tiempo de minué, para seguir luego en tiempo de zamba, dibujando en el aire con los pañuelos, después vendrían una Jota Cordobesa y para finalizar el Triunfo. Volvía a casa feliz y el 9 de julio baile con el “pibito engreído” La Condición.

Recuerdo la casa de la Profesora, en la puerta había una chapa reluciente donde se leía Profesora Egresada de la Escuela Superior de Danzas.
La reja, el jardín, la galería con pesados macetones rebosantes de malvones, una palmera altísima. Un gato amarillo, gordo como el diccionario sopena, durmiendo en el sillón de mimbre, la mamá de la profesora siempre cosiendo, pegando puntada a puntada cintas o lentejuelas en los “tutus” de las alumnas. Las fotografías que llenaban las paredes, la profesora con el cabello recogido con el taje de tul con el que había bailado el Lago de los Cisnes, vestida de Española, de “chulapa” de bailaora flamenca con traje de cola; de Italiana, de Paisanita, con largas trenzas, recibiendo el título, y con el titulo custodiada por su mamá y su tía. Esa tía, solterona, que también vivía en aquella casa y nos veía ensayar parada en la puerta marcando el compás, mientras sostenía una taza de té en la mano, ese olorcito a scones, a vainilla, a budín inglés que siempre llegaba cuando la tía hacia su entrada con la tacita de té.
La profesora de danzas, su mamá y su tía, vivían solitas en ese caserón, con pisos de pinotea, que por las tardes durante los años que recuerdo se llenaba de música, de nuestras risas y de su voz suave repitiendo… “un dos tres un, dos tres, cabeza arriba, disfruten, el baile es divertirse, mis queridos no suceden bien las cosas cuando no se hacen con alegría, el baile es felicidad… un, dos, tres cabeza arriba.” “ El pañuelo es un pincel que pinta el aire, mis lindas, acaricia, dibuja, representa, añora” repetía mientras nos enseñaba el arte de dialogar con el pañuelo. Algunas tardes llegaba un Señor, con él los chicos mejoraban su zapateo, su postura. Esas tardes ella, estaba inquieta, parecía más atenta al sonido del timbre, que a lo que nosotros haciamos. Esas tardecitas ella bailaría con él para mostrarnos alguna danza… era tan lindo verlos bailar juntos, nosotros nos sentábamos en las sillas alrededor de la sala, la tía aparecía en la puerta y la mamá dejaba de coser y se paraba junto a la ventana para verlos bailar y nosotras, sus alumnas, que estábamos aprendiendo el lenguaje del pañuelo entendíamos cuando ella decía que sí y cuchicheábamos como comadres. ¿Si eran novios?, No sé, pero ahora a la distancia diría que es posible. Mientras escribo, “las casualidades” hacen que en la radio suene la hermosa Zamba Por Vos, del Gran Alfredo Zitarrosa, cantada hoy por otro grande León Gieco y en la letra los veo a ellos como “una foto que se pone en movimiento” bailando.
¿El pibito engreído? ¡Ah! Desde aquel día, y los que siguieron juro “cruzaba los dedos, ataba pilatos, para poder bailar con él”, sólo algunas veces esos artificios dieron resultado, siempre, sin lugar a dudas fue cuando la Profesora intervino. La última vez que baile con él fue esa inolvidable chamarrita y con el vestido azul celeste salpicado de florcitas. Después yo deje de ir a las clases de danzas, no volví a verlo hasta entrados los años setenta, pero esa es otra historia que otro día les contaré.

miércoles, 23 de julio de 2008

23 de julio Día del Payador

El texto que reproduzco es posible que pocos lo conozcan o lo hayan leído alguna vez, está publicado en esos viejos libros olvidados que nos siguen esperando en los estantes más sombríos de las bibliotecas

Gabino Ezeiza
12 de octubre de 1916
Oración Biográfica
De J.Andrés González Púlido.

Bienvenido sea el hombre
Por estos pagos de olvido,
Donde se borra hasta el nombre
De lo que en vida ha existido…

…Y, tristemente la voz de la calandria criolla, que en las umbrías selvas de la vida, fuera el más cantor de los cantores, esfumóse en la noche de los tiempos, dejando tras de sí el doloroso bordoneo de las cuerdas de su errabunda guitarra, preñada de valientes clarinadas y nobles payadas tradicionales, que marcaron rumbos definitivos a los payadores argentinos.
Fue Gabino Ezeiza por su espiritualidad el Santos Vega de una época en que el gauchesco criollismo de los hijos de esta heroica tierra veneraban las grandezas de sus leyendas patricias e inmaculadas y erigían en ídolos de sus admiraciones incondicionales a los troveros que formaban en sus más íntimos dolores, ensueños y esperanzas, carne de su propia carne, que al compás de sus violas surgían estallando en una eclosión de lágrimas de un macho… ¡Ahijuna!... Sempiterno y desafiante que exhalaba un: “¡Aquí me pongo a cantar – con la guitarra en la mano”… que reencarnaba en ellos a los gigantes conquistadores de nuestra independencia, que en escuadrones victoriosos retornaron con el bagaje de sus heroísmos de Gloria, Paz y Libertad!...
Gabino Ezeiza en su peregrina bohemia por todas las provincias de su querida patria, fue dejando pedazos de su alma por el rancherío de los viejos criollos, que le adoraban, llevando las mentas de sus payadas por la infinita pampa, hasta que se hundían en la lejanía como un sol, que en las postrimerías de su carrera iluminara con su fama…¡luz de gigante!... las generaciones del porvenir.
Sus payadas memorables se recuerdan, como las del irreal y legendario Santos Vega, que no quedaba paisano de a quince leguas a la redonda del sitio del torneo, que no las galopara, para asistir al triunfo descontado de antemano del Falucho de los payadores.
Voceros de los idealismos del inmortal Alem, puso al servicio de la noble causa, como el la llamaba, su sangre, su talento intuitivo y su obediente guitarra, que fue vibrando por todas las provincias, su clarinada de..¡A las armas!... por el honor y la gloria de la querida patria, puesta en la hora de los peligros, por los egoísmos e ingratitudes de los hombres, que no fueron nada, ni serán nada para la historia de las grandes epopeyas.
La Republica hermana, separada de la nuestra por el caudaloso Plata, le contaba entre sus más fervientes adoradores, y sus estrofas así lo atestiguan en franco homenaje: “Heroica Paysandú… yo te saludo; -hermanos de la patria en que nací…” o “Te saludo patria hermosa - de Lavalleja y Artigas…” Imperecederos versos que fueron latidos de un corazón pampeano, de una raza de triunfadores que la fama consagró en las noches históricas de los recuerdos.
Como flores del sentimiento que nacieran del alma del más cantor de los cantores, y que millares de sus admiradores llevan prendidas en lo más recóndito de sus pechos, son las sentimentales lágrimas de su bella canción – poema: “El silencio de las tumbas”, que sollozan por siempre la endecha de sus inmortales penas y dolores.
Y en la evocación que en estos momentos hago del llorado payador, me parece oír junto a mi oído su voz enérgica y rotunda de triunfador, que exclama; ¡Oh amigazo!...¡No se asombre!...¿Costumbres de otras naciones de criollos han tenido que acatar o lanzarse como matreros hacia la muerte juyendo; olvidando para siempre aquellos bailes, aquellos cantos, a las añejas payadas donde un gaucho por la china y la gloria de su fama, hiciera vibrar las cuerdas de su pampeana guitarra, que cual si hubiera sido su caja de una mujer cuerpo y alma, sus notas fueros suspiros de un sollozar sin palabras, de una vidalitá, muriendo por el Progreso arrollada, pero ascendiendo inmortal a los cielos por la fama consagrada…
Calló la voz del olvidado payador, y mi pañuelo acarició mis ojos que se hallaban empañados, como los cristales en los amaneceres… ¡de rocio!...¡Rocío de admiración dolorosa de los que lloramos por los propios y los ajenos muertos!...

Para saber más del inmortal payador http://www.la-floresta.com.ar/gabino.htm

Seguramente no había aprendido a leer, pero para el aplauso de mi público, como ya lo conté alguna vez, alentada por mí inolvidable primo Tuly Madrid, payaba en la cocina de casa, versos robados de la memoria de los míos y para finalizar siempre el contrapunto repetía estos, que muchos años más tarde aprendería pertenecían al Gran Gabino “con que será hasta mañana /justo es que razón no sobre / ya puede darle las gracias / a este auditorio tan noble.”

lunes, 21 de julio de 2008

¡Sí, que se rompa,pero que no se doble!

La frase dicha por del Senador Pichetto no aceptando el cuarto intermedio que proponía el Presidente del Senado, Vice-Presidente de la Nación el pasado día miércoles cumplió el 1 de julio, 112 años, pertenece al padre del Radicalismo, al Dr. Leandro N. Alem el mismo que le escribió a su hijo Lenadro “no antepongas nunca los intereses pequeños o personales a los altos enigmas patrióticos” ó “El deber no se cumple sino haciendo más de lo que el deber manda” Frases que mi padre subrayaba con recogimiento cuando de política se hablaba. Mientras yo retrucaba con ironía “lo que se dice un romántico Don Leandro”
Ese recuerdo fue el disparador para que acometiera la tarea de buscar entre los viejos libros que se apilan en ésta casa, uno en especial que mi padre me había “sugerido” en una polémica sobremesa cuando comenzaban los setenta… y mientras lo hacía recordé lo que había leído no hace mucho en “La Sombra del Viento” de Carlos Ruiz Zafón “Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte.”

¡Lo encontré, aquí está!, “Ley 12839 Documentos de Hióplito Yrigoyen. Apostolado Cívico.Obra de Gobierno.Defensa ante la Corte. Buenos Aires 1949”, advertí que de entre sus páginas amarillentas asomaba un pedacito de papel a modo de marca entonces, lo abrí justo allí para leer:
“Pasamos por horas de grandes conmociones y es el momento de condensar los sentimientos patrióticos para que todos los argentinos en el ideal común concurran a la definitiva reparación. Que ella rescate todo lo perdido para que la República retome decisivamente el camino hacia sus grandes destinos.
Ningún momento es tan oportuno que el que atravesamos para mirar lejos y cumplir deberes comunes y solidarios.” Hipólito Yrigoyen Mensajes De Apertura Anual Del Congreso. Exordio del mensaje del año 1919.

Rozo cada palabra “con la yema de los dedos y me quedo leyendo en silencio”

domingo, 20 de julio de 2008

"la hija de un viejo correligionario"



Estas hojitas mecanografiadas me las acercó “la hija de un viejo correligionario”, así se presentó cuando me llamó por teléfono hace más de un mes. Me contó entonces, que una noche de fines de marzo, su hija la llamó por teléfono para preguntarle ¿Mamá conoces a alguien de apellido Madrid? ¡Sí!, ¿Por qué?... en Internet hay una foto de viejos radicales de Banfield, quizá esté el abuelo. Me dio un montón de datos… La gallineta, noviembre 2007, Adelante los que quedan etc, etc. Al día siguiente llame a mi otra hija y esperé que mi nieto volviese de la escuela “él hizo el resto”. Mi padre no está en esa foto, pero sí mi tío y mi padrino. Busqué en la guía el teléfono, recordaba bien la calle, me atendiste al tercer timbre.
Ella hablaba, habla, mucho más que yo, que es decir, muchísimo. Yo no la recordaba. Más tarde cuando llegó mi madre la consulté y "Mechita" que es un libro abierto cuando de Banfield se trata dijo: ¡por supuesto! recuperando el árbol genealógico de aquella familia, al tiempo que me recriminaba mi falta de memoria. Calles, nombres, fechas de casamiento, comuniones, peñas, profesora de danzas,
colegio, carnavales, club, tíos, primos, padrinos… mi mamá es lo que hoy en informática se conoce como Pendrive, memoria flash. Seguramente mi hija y mi hermano cuando lean esto coincidirán.
Hablamos mucho aquella tarde, con la hija del “viejo correligionario” - ¿Sabes señaló: tengo todavía, la biblioteca de mi padre y una carpeta con papeles, entre ellos hay unos versos de tu papá, cuando pueda te los haré llegar.

Ayer me los trajo, aquí están, estos son los versos que por alguna razón guardó aquel correligionario. “Sepan que vengo del Sud”, de 1965, la frase manuscrita sobre el título sin duda es la letra de mi papá, junto con éste viene otro, “Querencia” que tiene su firma, ninguna duda es la firma de Madrid y los versos son muy conocidos los escribió para su Guido natal allá por 1962, y están publicados en los blogs. No sucede lo mismo con este “Sepan que vengo del Sud”. Por estilo, “resbalones en la gramática”, modismos, podría afirmar que los versos también le pertenecen pero ¿porque habrá escrito “versos corregidos”?, ¿porque los dejo con esa modificación, en lápiz, sobre el título?, ¿Por qué el tilde en rojo sobre el vértice derecho?, aunque ese tilde está en ambos escritos... ¿Acaso fue la letra para una milonga surera?, ¿Una improvisación por las que tenía afición, Madrid viejo, y el correligionario registró, después de alguna cena de comité? En fin preguntas que no tendrán respuesta.

Sepan que vengo del sud

Provincia de Buenos aires
mi tierra gaucha salud
de ella soy hijo: del sud
de Guido que fue Velásquez
morocho que va de viaje
sin ninguna pretensión
ando de plata… pobrón
lo que guardo es experiencia
la que compre con paciencia
y a fuerza de corazón.

He aprendido de entrecasa
a ser humilde y de aguante
pero tengo mis desplantes
si se me alza la mostaza
capaz de hacer tabla rasa
jugándome a cara o cruz
sepan que vengo del sud
miren bien de donde vengo
sin tiempo pa estar enfermo
siempre me curo en salud.

Sin pretensión de cantor
camino de pago en pago
sin conocer otro halago
que la amistad que me brindan
en mi guitarra la prima
gime al llorar la bordona
y si calza las lloronas
pa´ malambear éste negro
a las tabas del surero
juegue su plata patrona.

Rinconada que no olvido
del salao tierras afuera
la pampa de Santos Vega
por las tierras de Lavalle
yo no doy cuartel a nadie
ni de nadie lo reclamo
vengo señores del pago
donde llueve y no gotea
donde el guapo no escasea
y de ande vengo orejano.

Quería cantarles paisanos
del ombú bajo su sombra
por cifra, estilo o milonga
a los tiempos que pasaron
a los reseros que arrearon
desafiando el temporal
al gaucho que en el corral
se largó de la maroma
y lo hachó con las lloronas
por donde quiso al bagual.

La sombra de algún tropero
se va perdiendo en la huella
al tiempo que las estrellas
ponen pintas en el cielo
echado atrás el sombrero
su figura se hace estampa
arrollado el lazo en l´anca
por el progreso vencido
se marcha rumbo al olvido
el centauro de mis pampas.-

Leonardo Madrid
Mayo de 1965
Versos corregidos
Me hubiese gustado nombrar a quien me entregó, estos recuerdos, pero cuando la consulté me pidió que por ahora no, acepte sus motivos.

Agradezco que hayas tenido este gesto, a tu hija que encontró la botella en el mar, a tu nieto que te ayudo a encontrarte con la memoriosa Gallineta, con El pueblo que Heredé, y con La Matera, a la que te has vuelto - según tus propias palabras - adicta. Y por supuesto a ¡Mis casualidades! Porque sin ellas, este reencuentro contigo "la hija del viejo correligionario" no hubiese podido darse.

viernes, 18 de julio de 2008

Escritores Guidenses (Segunda Parte)


Mi Perro fiel
de Julio Jaimez

Yo tengo un perro, es mi amigo
Que me cuida y me defiende.
Cuando lo llamo el me entiende
Y viene a mi lado corriendo,
Y si me quieren pegar
Se enoja y muestra los dientes.

El es muy bueno y valiente,
Cuida mi casa atento
Y cuando alguien hace el intento
De entrar así sin golpear
Se les planta en la tranquera
Y no los deja pasar.

Por eso mi perro fiel
Yo te quiero homenajear,
Tratando de dibujar
Lo que fuiste en mi vida,
Y hoy que se te va la vida,
Que ya estas viejo y lento,
Me olvido de muchas cosas
Pero de vos yo me acuerdo.


La tropilla de Marfetán
De Diana Marfetán

Ayer recibí una oferta
Para comprar mis caballos,
El doradillo y el bayo
Y también el lista tuerta.
La madrina media inquieta
Andaba en el cebruno.
El alazán y el lobuno
Son todos una maravilla
Y vaya nombrando la plata
Para comprar mi tropilla.

Dejemos la plata a un lao
Que yo los quiero probar
Gritó don Marfetán
Y para empezar a ensillar
Puede traerme el gatito,
Tengo un recao preparado
Para probar uno a uno
Y para que traiga el lobuno
Aquí le traigo el bozal
Dijo Juancito Marfetán

La verdad que sus caballos
A mi me han llenao el ojo,
Y por fin voy a cumplir un antojo
De desfilar en un bayo.
Justamente acá lo ayo
Ya que tanto los campié,
Aunque a veces me he quedado a pie
Pero eso ya no importa
Lo que ahora les diré
En una forma sencilla
Es que hoy verdaderamente
Me he quedao a pie
Por que vendí mi tropilla


A estos amigos, a tantos otros "compueblanos" que escriben, pintan, realizan artesanías los invitamos a mostrar sus trabajos desde aquí, o en nuestra Matera de Guido.
Ustedes, como Diego se preguntan cómo llega a mis manos este ejemplar “si la primera tirada de la Antología tiene un destinatario privilegiado las escuelas y bibliotecas publicas de la Provincia de Buenos Aires”

Me lo regaló la Profesora de Educación Física. Secretaria del CEF de Gral. Guido, mi querida Juliana Martinez, y me pareció que debía compartirlo con todos ustedes. Trece son los municipios que participan de esta antología a saber Balcarce, Dolores, General Alvarado, General Lavalle, General. Madariaga, General. Pueyrredon, Maipú, Mar Chiquita, Municipio de la Costa, Pinamar, Tordillo, Villa Gesell y nuestro General. Guido.

¡la pucha que es linda nuestra gente paisano!


Aquí encontrarán información de interés cultural de nuestra hermosa provincia y el mapa interactivo de las regiones culturales http://www.ic.gba.gov.ar/

jueves, 17 de julio de 2008

Escritores Guidenses (Primera Parte)

Entre otras cosas me traje desde Gral. Guido este libro, prologado por Alberto Hernández, Presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, que se terminó de imprimir en Imprenta El Faro – Mar del Plata en el mes de diciembre de 2007.
Transcribo dos, de los cuatro escritores Guidenses seleccionados.
Mi pueblo

El camino polvoroso
sediento de urbanidades
me somete, me sostiene añoso
en su vientre de soledades.

Se alejan nubarrones
y rápido un viento húmedo
resuelto en unos pocos mojones
precipita su silbido.

Al trote llegan los sueños
enredando la mañana
con unos pocos libros sin dueños
y alguien me mira desde la ventana.

Ventana de aquella escuela
que murmura sus recuerdos
apretando en sus pupitres tinta,
nostalgia escudada en grabados.

Siento el frío de las casa
húmedas de un gran olvido
y silencio, como esas dos plazas
con juegos echando sus quejidos.

Centro del pueblo, del mío
lunes mueves presuroso
tus calles, viernes corres con brío
y domingo descansas, mi GUIDO.

Maria Inés Tochi



LABARDEN

Surges aquí…
En este lugar,
Como quizás te soñaron
Quienes perfilaron
Tus primeras formas;
Minúsculo pueblo escondido
En la placida quietud
Que te rodea.
Surges así…
Vivo y palpitante
En la sangre de tu gente;
Impreso en la húmeda retina
De jóvenes y viejos
Surges ahora…
Desafiando los embates
Del tiempo y los olvidos,
Cobijando en tus raíces
Frustraciones y alegrías
Surges así…
Hoy como ayer,
Mientras los últimos
Rayos del crepúsculo
Se desvanecen,
Bañando mansamente
Tu silueta

Laura LLull

viernes, 11 de julio de 2008

"Apaga la luz de tu linterna, que la luz de la luna es eterna"

He regresado de Guido, ya habrá tiempo de que les cuente el viaje, ahora voy a transcribir esta carta, para que todos sepan el porque de esta Ermita, que cumple 40 años y desde donde nuestro amado Ceferino Namuncurá nos recibe y nos despide con esa su sonrisa serena.
En algún momento de la lectura encontrarán una foto de la antigua Ermita inaugurada aquel 24 se septiembre de 1968, esa foto pertenece a María Guebara, la que abre esta entrada, una tarjeta que muestra la Ermita en su actual emplazamiento y que mi padre devoto de Ceferino conservaba entre sus papeles.
Conocé más a Ceferino Namuncurá http://ceferino.dbp.org.ar/ceferino/

Buenos aires 30 de noviembre de 2007
Comunicaciones General Guido
Sra. Lily Lorente
Presente
De mi mayor consideración:
Después de 40 años rompo el silencio que me impuse, hasta cuando beatificaran al Bto. Ceferino Namuncurá, y luego esperar que alguien me preguntará: * cual fue el motivo de la actitud de entronizar a Ceferino Namuncurá en la localidad de General Guido, en esa época*
Siempre lo mantuve en secreto, por consejo inicial del Obispado de la Plata y he cumplido mi promesa, alegrándome que el destino la ha puesto a Lily Lorente (persona de mi afecto) para hacerme con seriedad espiritual, la consulta de cuales fueron los motivos privados que impulsaron a que hoy en día, esté Ceferino Namuncurá entre ustedes.
Por primera vez voy a relatar públicamente como fueron aconteciendo las situaciones; eran los años ente 1966 y 1967, tenía treinta y tres años y era Intendente Municipal, y estaba viviendo con mi familia en la “Estancia El Mirador” ; una noche de verano, siendo las dos de la madrugada, siento en la galería de entrada unos golpes en la puerta, ya con todas las luces apagadas, me asusté y salí de la habitación con la linterna a ver quien golpeaba, a través del vidrio de entrada de la misma puerta (mi señora Norma me dijo antes, son murciélagos, que golpean los techos, medio entre sueños); pero igual fui a averiguar, porque por la manera de haber golpeado era una persona.
Me asomé y lo veo al peoncito nuestro Elio Nanuhelquir (hijo de un cacique de la Patagonia) que lo criamos con nosotros y le enseñamos a leer y escribir junto a mis hijas. Abro le pregunto qué quería a esa hora? Que pasaba? Y me responde “Apaga la luz de tu linterna, que la luz de la luna es eterna”, pensé que estaba borracho, porque nunca me tuteaba y la voz sonaba distinta, o imitaba otra voz más suave y pausada con lentitud.
Ante mi bronca por haberme despertado, apague la linterna para increparlo malamente, pero cuando apago casi me desmayo! Porque parecía un farol de Sol de Noche, me quise meter adentro, parecía un chiste de borrachos, de mal gusto por la hora y además ignoraba como lo hacía. Yo estaba como petrificado, no podía moverme. Me asusté mucho. Me vuelve a decir “sentémonos” y automáticamente lo hicimos en las reposeras de la galería. Ya el cuerpo me temblaba nervioso y lo miraba a Elio, pero NO era Elio, era su calco o hermano gemelo de igual parecido, me dice: “no soy el que tu piensas” ; era desesperante porque no sabía quien era esa persona, y cuanto más miedo tiene uno, más se confunde, hasta pensé en esos momentos que era un escapado (fugado) de la cárcel que pasaba caminando por la laguna, y me asusté más. No podía ni hablar ni preguntar. Es terrible la experiencia, cuando se cuenta con total sinceridad el miedo sufrido a algo desconocido.
Me dice: “Te hablaré y graba en tu ser mis palabras”.-
“Serénate, y tranquilízate”, si no olvidaras escuchar y tu propio corazón no sabrá que hacer.
No me conoces ahora, pero muchos sabrán de mi y tu serás el que lo haga”
Yo no podía pensar, a medida que escuchaba, más me preguntaba a quien tenía enfrente, si a un loco, o a un indio vestido de mapuche escapado de la cárcel.
Me dice como si leyera mis pensamientos: “Enséñate a escuchar, para descubrir lo que los demás esperarán o esperan de mi, para que encuentren mi generosidad y acogida”.
A medida que entendía esas parábolas,(siendo yo universitario y conociendo otras culturas), me fui serenando y dándome cuenta con extrañeza que la persona que tenía frente de mi no era un inculto, ni un loco, ni un charlatán.
Lo empecé a ver de otra manera, porque estaba hasta conectado mentalmente con él, pero igualmente NO sabía quien era.
Me dice: “Tú has protegido y enseñado sin pedir recompensas a alguien de mi raza” “como a mi me protegieron y me enseñaron muy lejos donde esta el Santo Padre” “me llaman Ceferino Namuncurá y tengo una misión espiritual con los que el tiempo me irán conociendo como tú ahora.”
“Tu eres el jefe (dijo cacique) aquí en este lugar, y hoy quiero pedirte queme ayudes a estar presente con todos” “ Por eso te ruego me liberes de tantas trabas que no me permiten comunicarme bien con los demás” “Ayúdame a descubrir la belleza del dialogo en este pueblo que lo necesita. Ayúdame a dar la alegría de dar y recibir”
Si lo haces en la vejez seguirás dando frutos y estarás frondoso y lleno de vida en la humildad de tu corazón”.
Personalmente a medida que se me iba grabando lo que me hablaba, más me iba asombrando, y me acogió un respeto inmediato por la persona que tenía enfrente a mí, por la profundidad de su dialogo, estaba maravillado.
(Siempre iluminado como un anima de campo o como dije como un Sol de Noche).
Me dice: “va a llegar un momento en que me pedirán ayuda también, como hoy te la pido a ti, y los que lo hagan, sentirán que la carga que están llevando ya no es tan pesada, de alguna manera encontraremos una salida sabremos como enfrentar esa dificultad”.
“Sobre ti, estarán los siete Dones del Espíritu Santo, él te guiará lo que debes hacer conmigo y con mi imagen y no olvides lo que decía San Buenaventura *si niegas a otros el bien que recibes de Dios, no eres digno de la vida eterna*”
Cada vez estaba más maravillado por el ser que tenía frente a mi, y pude emitir una pregunta con mucho respeto: ¿Qué tengo que hacer para devolverte la felicidad de haberte escuchado? “No tienes que devolverme nada, tu, como *Jefe* haras una ermita a semejanza mía para que las personas movidas por la Fe Cristiana, no se dejen vencer ni amedrentar por los fracasos”
Me dice luego, despaciosamente y con mucha suavidad: “Tendrás que entregar algo de ti, para alcanzarlo; pero si eres tocado por la luz del Espíritu Santo, cuando tengas un obstáculo, te pondrás a buscar nuevas maneras de superarlo, consultaras, investigaras, y aceptaras los cambios que debas hacer, e intentaras aprender lo que no sabes aún”
“Cuando lo logres, luego muchos querrán sacarme del lugar que tú me pongas, pero no debes amargarte, por que eso es lo que entregarás, tu tristeza y resignación, volveré de nuevo al lugar y cada vez que pases, me verás feliz por que estaré protegiendo a tu gente aunque tu no estés más de Jefe (cacique).”
Impávido, escuchaba, y me dice finalmente, mas o menos : “No hables, con quien no debas hablar, te tomaran por un loco soñador, o que inventas ideas fantasiosas, pero finalmente, con astucia y creatividad, lograrás hacer lo que hoy te encomiendo y he pedido tu ayuda.”
“Pasarán muchos años para liberarte de tu silencio, ya estaré más cerca del Santo Padre y creerán más en mi interdicción ante el Señor. Llegará el momento en que todos en el pueblo comiencen nuevas etapas, para que no nos quedemos encerrados en el pasado, para que saquemos lo mejor de nosotros y sepamos volver a comenzar, una vez más”.
Se sonrió con su cara mapuche y se paró, a lo cual hice lo mismo, y de un paso se acercó a mi mirándome a los ojos y me enseñó ahora una sonrisa más amplia mostrándome unos dientes blancos perfectos, todo en silencio, quise tocarlo suavemente para saludarlo y mi mano no pudo tocar nada material, siguió de largo, porque era etéreo, era aire intocable; enseguida se fue apagando esa luminosidad y desapareció su figura, quedándome solo, en el silencio de la noche, asustado, sorprendido y embelesado en el oír a un ser, que se expresaba con sabiduría y profundidad usando parábolas.
Cerré la puerta de entrada y con mi linterna volví al dormitorio donde descansaba mi señora y en el otro mis hijas, me fije la hora, eran las cuatro de la mañana; o sea que lo que estoy relatando, (además de otras cosas que no recuerdo exactamente, textualmente), estuvimos casi tres horas, a mi me habían parecido minutos.
En la mañana ya estaba temprano en la Municipalidad, haciendo un esfuerzo en no comentar a mi gente lo acontecido (por la advertencia), y luego de tomar una determinación seria en mi despacho por lo ocurrido; le pedí al Espíritu Santo la luz necesaria para ver el camino hacia donde tenía que ir, porque estaba caminando a oscuras y desorientado.
Decidí primero consultar sobre la aparición con el padre Josué Chavez Paz a cargo de la Iglesia de Labarden, donde él luego de haber estado en la Patagonia y en Fortín Mercedes, me enseño quien era Ceferino Namuncurá y su foto, al cual reconocí como la persona que había estado conmigo, le conté todo el relato y otras referencias, a resultado de un gran asombro de parte suya y ampliándome exultado sobre la vida y milagros todavía no reconocidos hasta ese momento. Estamos hablando cuarenta años atrás cuando casi nadie, hacia un comentario de Ceferino.
El padre Josué, en las largas noches en que viajaba de Guido a Labarden a ir a cenar con él en la parroquia, en sus tertulias, me decía que ese era un secreto eclesiástico, y me decía lo mismo: “Que no debía comentarlo con nadie, ni con la propia familia”. Que era un asunto Muy serio, lo cual lo he cumplido hasta el día de hoy.
Después que estuve empapado de toda la vida de Ceferino y de su llamado ante Dios, le tomé cariño y creí en él. (Pero todavía no podía creer que me hubiera pasado a mi, escuchar su deseo). Me costaba mucho aceptarlo y más por donde empezar hacer ese mandato; pasaron varios meses y siempre con esa idea en la cabeza, pero me decía: algún día lo haré. Era una promesa.
Entonces empecé primero por el camino espiritual, a consultar y a ovillar, tenía temores de meterme en un asunto religioso sin participación de la Iglesia y más con una persona que no era Santa ni Beato, nada más carismática por así decir, y luego vinieran las denuncias sobre la mala inversión de fondos municipales, etc. paganismo, etc.
Cuando me animé se lo comenté no en profundidad, al cura local de General Guido padre Octavio Herrera, lo tomó fríamente y en forma negativa la iniciativa (porque seguramente no me creyó) él luego sería mi detractor. Resolví entonces que como Intendente Municipal debería informar lo acontecido de esta aparición al Arzobispo de la Plata Monseñor Plaza en un viaje que haría especialmente a la Gobernación.
Me atendió el secretario Privado de Ms. Plaza y me dijo que inmediatamente lo fuera a ver a Monseñor Piróneo, que estaba en el Arzobispado de Avellaneda reemplazando a Monseñor Podesta, cuando converso distendido con él, largamente sobre la cristiandad humana, me pide que cumpla el mandato, en histórico silencio en esos casos, pues es así como se maneja la Iglesia Católica donde no existen los tiempos. Me dice Ms. Piróneo, que él aunque tuviera la investidura que tiene es un simple soldado de Dios dentro de su ejército.
Me expresa su confianza, diciéndome que de una manera u otra sabía que yo iba a construir una Ermita sencilla para Ceferino Namuncurá, y que contara con el apoyo del Arzobispado de La Plata y de él personalmente.
También me dijo Monseñor Piróneo que cuando fuera a ROMA le comentaría al Santo Padre lo ocurrido para pedir las dispensas (creo) del caso, que a su regreso se comunicaría conmigo. ¡Grande fue mi sorpresa! cuando al poco tiempo me trae de ROMA personalmente la Bendición Papal para mi y mi familia (que conservo) y me expresa sus deseos de que lo invite a la Estancia El Mirador, al lugar donde aconteció la aparición de Ceferino Namuncurá, todo en mutuo secreto. Al poco tiempo hicimos un almuerzo muy cálido en familia en el comedor de la estancia, a cargo de la municipalidad y siendo encomendado el mismo a la tesorera Sra. Elsa Gascue de Iñiguez. En ese almuerzo le enseñé muy discretamente la galería que él quería ver y rezar.
Ya no tenía dudas de ninguna naturaleza, había transcurrido un tiempo y había que recuperarlo, como Intendente dispuse a través del Departamento Ejecutivo, que se incluyera como obra la construcción de una Ermita a Ceferino Namuncurá y fue asentado en el Libro de Actas de la Municipalidad.
Fue gracioso las preguntas de casi todos, ¿Por qué a Ceferino, si nadie lo conocía y no era santo ni beato, yo me sonreía nada más y daba respuestas tontas. Se tejieron muchas versiones mal intencionadas, pero también sabía que era parte de lo que tenía que soportar dentro del misterio inicial avalado por los Obispos.
Le pedí entonces al Contador Municipal Alberto Balbuena una partida para cumplir tal fin, me miró y me dijo: Imposible, y yo le dije: hazlo posible por que yo también te hago posible que viajes a Paraguay. Ya éramos dos faltaba la Tesorera, la Sra. Elsa Gascue de Iñiguez y le exprese mi capricho sin comprender me dijo que no quería tener problemas con el tribunal de cuentas. Ella estaba de acuerdo también (porque es muy espiritual junto con Anita Loubet) pero que teníamos que hacer una licitación.
Primero yo quería tener las voluntades de los que querían acompañarme en lograr esta Ermita, lógicamente tuve que dar muchas explicaciones sobre Ceferino; al padre Josué, a Ms. Piróneo, a Ms. Plaza, etc; que haríamos algo para el futuro, más allá de los tiempos. Ellos mucho no lo comprendieron pero me apoyaron. El secretario municipal me decía que si estaba loco, porque busto de Ceferino no existía (era foto solamente) y no se podía hacer licitación de algo que no existía y menos para una cripta o Ermita vacía, que el tema era muy complejo porque hasta yo había elegido emplazarlo sobre la Ruta Nacional (cuando la ruta era angosta y doble mano).
Le pedí al Espíritu Santo sus dones para que me dé claridad, ante tantos inconvenientes, para hacer un lugar a Ceferino donde yo quería.
Fui a Vialidad Nacional y expuse los deseos de Roma, del Arzobispado de la Plata y del Intendente que tendría que anunciar periodísticamente el beneplácito de Vialidad para esta obra cristiana. Lógicamente lo único que me pidieron como contrapartida es que estuviera muy iluminada la Ermita por el tránsito vehicular dentro de la zona de vialidad y que no se iba a formar ningún expediente para no contravenir disposiciones técnicas.
Luego me tocó preparar una licitación de las farolas de gas de mercurio en columnas que están actualmente en la entrada de Guido para cumplir mi palabra con Vialidad.
A todo esto Vialidad quería saber cómo era el plano de la Ermita en escala, y como también estaba construyendo el nuevo Centro Cívico, dónde está actualmente la Municipalidad, aproveche al Ing Landea de la firma Construcciones Schiachitano y Cia. Para que me hiciera el mismo, pero le pedí, que se vea una CRUZ desde lejos en su perfil y que un ala llegara hasta el piso y en su centro iluminado estaría en blanco el busto de Ceferino Namuncurá. Se cumplió con todo.
Quedaba lo principal, el busto, como se conseguía y de que tamaño? Y lo otro como se pagaba y aprobaba en el Tribunal de Cuentas. Porque Licitación, no se podía. Entonces resolví por Compra Directa y que Dios me perdone. El Departamento Contable no quería transgredir disposiciones, por que excedía en esos momentos el costo a una licitación privada y sobre algo etéreo a hacerse. Corrí a La Plata en el único vehículo que tenía la Municipalidad en ese entonces que era una ambulancia vieja y fui a la Gobernación y al Tribunal de Cuentas y traje la solución y en base a ello se hizo el Decreto Municipal autorizando la compra, que era en síntesis, encuadrado por ser una obra artística e inédita que no se puede dar valor a la misma… etc. Terminado con estos episodios, busqué en Buenos Aires, artistas, escultores que pudieran realizar la obra en base a las fotografías, llevadas por mi que me había facilitado el padre Josué Chavez Paz en Labarden; estuve viendo durante tres meses como se iba creando la imagen de Ceferino, su tamaño, su cabeza, su forma, su sonrisa y cada vez que lo veía mientras se iba realizando la escultura, hablaba mentalmente con él como si fuera cuando se me presentó. Cuando estuvo terminada, la vine a buscar a Buenos Aires y lo lleve personalmente a Guido, donde me había pedido, en una nueva camioneta que nos había regalado la Gobernación, allí fue custodiado por el entonces Capataz General Gerónimo Calvento, hasta la coordinación de inauguraciones previstas para el día de la Patrona el 24 de septiembre.
Para que Ceferino tuviera su Ermita en un ambiente agradable y acorde mandé hacer las letras identificatorias de GENERAL GUIDO a la entrada y canteros llenos de flores, todo iluminado al máximo los turistas pasaban despacio y paraban para ver quien estaba en la Ermita, era una belleza como había quedado todo, luego comenzaron a poner plaquitas de agradecimiento (que el tiempo y manos malignas fueron quitando).
A la inauguración de las obras vinieron de pueblos cercanos autoridades municipales, de gobierno de La Plata y Eclesiásticas a bendecir la Ermita y a Ceferino Namuncura. Todavía en mis archivos tengo el diario La Razón con fotos y otros motivos de la inauguración de las obras, que coinciden junto con la Ermita, en posterior inauguración.
El motivo del emplazamiento en ese lugar surgió del mandato, mirar hacia el Atlántico donde sale el sol que ilumina las sombras, porque pasó antes por la Santa Sede (Roma).
Fui el hombre más feliz en ese momento, cuando vi inaugurado y bendecido a Ceferino Namuncurá, llevando mi silencio a cuestas y el misterio compartido con la Santa Iglesia.
El Destino a sido testigo, del poder de interdicción de Ceferino Namuncurá, porque conozco muchos testimonios cerca de mi familia y propios; hay que tener una fe absoluta en el corazón con este Beato amado.
Pude cumplir su mandato, él está ahí, para que lo respetemos y lo amemos por que está para dar sin esperar recompensas, para dar sin exigir agradecimientos ni reconocimientos, para dar por el solo gusto de dar. Dar sin medida y sin tristeza.
Te agradezco que quisieras saber más sobre Ceferino, no te va a decepcionar, va a ser el dulce huésped de tu alma. Que él te ilumine y nazca la idea en ti, para transcribir textualmente lo escrito al diario de Maipú y de Dolores, porque ya no es un misterio mío, sino luego de su Beatificación les pertenece a todos ustedes.
A los setenta y tres años los sigo queriendo mucho, a todos ustedes, que me hicieron tan feliz en poderlos ayudar, y a la familia Lorente que me ayudo a decir por primera vez este misterio.
Te autorizo que si es tu deseo copies esta carta y la hagas pública.
Afectuosamente les mando un cariñoso abrazo
Héctor Raúl Tanco
Ex Intendente Municipal de General Guido.

domingo, 6 de julio de 2008

¡Esto fue así!

Oración fúnebre en el sepelio de Hipólito Yrigoyen. 6 de Julio de 1933

“Yo habría preferido no hablar ahora y perderme como uno más entre la muchedumbre, cuyo silencio de abismo y cuyo rumor de océano es superior, en casos tales, a todo empeño de elocuencia; pero traigo mandatos irrenunciables y he de saber cumplirlos con el laconismo forzoso de quien debe ceder la tribuna a tantos otros intérpretes de la emoción popular en la solemne ocasión que aquí nos congrega.
El azar ha querido que al morir Hipólito Yrigoyen me invistieran de su representación las diversas regiones del interior argentino, si como para hacer oír su voz en el ágora metropolitana del sepelio, buscaran el acorde de la patria común las varias tonadas de nuestro federalismo, que hallaron al fin en aquel gran caudillo porteño al forjador de la nueva unidad nacional, no como antes por pactos de Estados, sino por hermandad de corazones en la solidaria empresa de un mismo ideal político.
Digo esto, porque me ha dado la misión de hablar en esta ceremonia la Universidad del Litoral, fundada para reunir a la juventud estudiosa de las tres provincias que baña el Paraná, y me la han dado también los radicales de Santiago, donde clarea entre la selva del centro, la más vieja ciudad argentina; y los de San Juan de Cuyo, donde al pie de los Andes está la casa de Sarmiento; y los de Jujuy, en la frontera del Norte, donde se custodia el estandarte que, al donarlo a Jujuy, Belgrano llamó “la bandera de nuestra libertad civil”.
Hay en esta simple enumeración de las gentes y lugares que envían por mi voz su mensaje, algo así como una visión total de la patria; panoramas de sus ríos, sus pampas y sus montes; evocación de las leyendas heroicas, milicia actual de la ciudadanía, presagios de la nueva esperanza y todo ello debe ser evocado en este momento para dar homenaje al ámbito espiritual que corresponde a su grandeza.
Porque no hemos venido aquí para llorar la inhumación de un anciano, sino para cantar la apoteosis de un patriarca. Estos son funerales de epopeya y todo aquí ha de tener el temple del prócer y de su pueblo. Si “la bandera de nuestra libertad civil” está enlutada, lo está por su muerte; pero también por la muerte de las libertades argentinas. Cese aquí el llanto, puesto que aún andamos, como antes andaba él, en la noble batalla.
Tampoco hemos venido aquí para argumentar el panegírico, ni para litigar con los que pretenden tasarle la fama en centímetros de necrología o en burocráticos distingos de honores. No se trata aquí de “honores”, sino de honor. Tramiten ellos su papelería, mientras él entra en la inmortalidad, que es el amor del pueblo a quien tanto sirvió. Han estado estos tres años mordiéndolo con saña para deshacerlo, y aún no saben que mordían un bronce.
Muchas veces en el curso de su larga existencia, lo coronó con sus palmas la victoria; pero faltábale a Yrigoyen la corona de zarzas del dolor injusto, y ésa llegó para su frente en la hora de la ancianidad, tornando más conmovedora su silueta de apóstol. Así ha entrado en la muerte, que para él es la inmortalidad, con su destino plenamente realizado. Y ahora, con más razón que antes, no podrá ser olvidado por la patria que amó.
Americano prototípico, amigo de la paz sentimental, asceta en la vida, rústico en el ensueño generoso, el secreto de la popularidad de Yrigoyen fue un sentimiento de amor, y éste era también el secreto de su gloria póstuma, que ya ha comenzado. Amó a la patria con un amor cristiano, y por eso la amó, no con símbolos ni abstracciones sino en la carne sufrida del pueblo.
Tal sentimiento, servido por un recio carácter y orientado por una certera intuición, explica las complejidades de su personalidad y el éxito de su empresa política. Por eso, ni el derrocamiento ni la calumnia pudieron vencerlo. Más alto que el odio y el poder, cerníase aquel ideal inmarcesible.
Este gran caudillo criollo - criollo cabal – ha prestado a la Argentina cosmopolita y mercantil de los últimos cuarenta años, un servicio de orden espiritual más valioso que dos presidencias, y es el de haber aglutinado en la Unión Cívica Radical, a los argentinos de todas las regiones y de todas las clases, superando las desarmonías étnicas en una cohesión nacionalista, y soldando las generaciones nuevas en la tradición histórica de nuestra democracia.
Con ese galardón heroico ha entrado en la inmortalidad; y al trasponer el río de la muerte, que imaginaban los antiguos sobre la pradera de Asfódelos en que vagan los manes, se adelantarán los fundadores de la patria para recibirlo. El les dirá porqué la Argentina yace hoy cubierta de sombras; pero también les dirá que tras de su paso por la tierra nativa queda aquí un partido exultante de fervor religioso para continuar la hazaña de los fundadores.
Yo que no conocí a Yrigoyen en los tiempos de su fabuloso poderío, que no visité sus antesalas, que no recibí sus favores, que disentí con algunos de sus actos; yo que he dedicado mi vida al esclarecimiento de la argentinidad y que, inspirado por ella y por amor al pueblo despojado, ingresé en la milicia radical cuando sobrevino su caída, puedo decir a nuestros adversarios que no se engaña a un pueblo con gacetillas, porque los pueblos tienen una misteriosa manera de saber la verdad, y que no se defrauda la historia con decretos de honores, porque la historia rasga siempre las sombras del error, del interés o del odio contemporáneo, para decir a la posteridad: ¡Esto fue así!
Dr. Ricardo Rojas

Para seguir leyendo





Bien de Familia esta medalla en la que se lee Inauguración Casa Radical General Guido 7 de octubre de 1951 acompañó por treinta y siete años a mi padre, se la había regalado Don Abel Cepeda.


Una tarde lluviosa como la de hoy buscando unos lápices, la encontré en un cajon del escritorio, no tendría más de seis años, recuerdo si que sabía leer por que cuando leí 7 de octubre lo asocie rápidamente con mi cumpleaños. Cuando papá llegó de trabajar lo primero que hice fue buscar la medalla y preguntar quien era esa "carita de moneda". Primero me pego un reto, interponiendo entre nosotros el tan temido y doloroso "usted" Puedo asegurarles que dolía más que los chirlos de mi madre.
- No esta bien eso de andar curioseando en los cajones del escritorio de su padre dijo con cara seria. Pero enseguida aflojo…esta “carita de moneda” como usted la nombra es el perfil de Don Hipolito Yrigoyen dos veces Presidente de este país. Sobrino de Don Leandro Alem.
Fue hasta el escritorio y sacó otra medalla rectangular con otra “carita de moneda”.
- Esta la llevó mi padre, su abuelo Bernabé en el bolsillo del tirador.
- ¿Me las das? Pregunte. Mientras él releía las hojas amarillentas de un viejo diario.
- No, ahora no, algún día habrán de ser suyas, son un bien de familia,como éstas palabras del Dr. Rojas
"no se engaña a un pueblo con gacetillas, porque los pueblos tienen una misteriosa manera de saber la verdad, y que no se defrauda la historia con decretos de honores, porque la historia rasga siempre las sombras del error, del interés o del odio contemporáneo, para decir a la posteridad: ¡Esto fue así!"

viernes, 4 de julio de 2008

Recordando al Dr. José Viturro

Hoy es el Día del Médico Rural. La fecha no fue tomada al azar, un 4 de julio de 1865 nacía en Esperanza, Santa Fe el Doctor Esteban Maradona, ese otro Maradona que muy pocos recuerdan. Murió en Rosario Santa Fe en 1995, tenía 99 años. Recibido de Médico en la Universidad de Buenos Aires en 1926. Se radicó en Chaco y en 1932 durante la guerra del Chaco se alista como voluntario en el Hospital de Asunción. En 1935 viajando hacia Tucumán el tren se detiene es Estanislao del Campo un pueblito rural de Formosa El “Dotorcito” bajó para asistir a una parturienta, tardaría 25 años en volver al tren. El Dotorcito Esteban, el Médico de los pobres.

Por nuestro Gral. Guido han pasado varios médicos rurales, haciendo punta, dejando huella. Hace poco se realizó un homenaje, merecido por cierto, al Dr. Francisco Stea, que además de Médico fue Intendente. Para esa fecha conté, aquí mismo, una anécdota que solían recordar los Madrid cuando se cruzaban con Pancho Stea.
Hoy voy a traer a la memoria de los "guidenses" a otro Medico, el de la foto, el Dr. José Viturro…
El primer automóvil que recorrió las calles del pueblo perteneció al Dr. Viturro y Úrsula Apesteguía, (querida e inolvidable tía Ucha) su esposa, fue la primera mujer al volante.
Anécdotas, tantísimas, pero no me corresponde a mi contarlas quizá un día Pepe o Lalo sus hijos que hoy viven en Córdoba, nos las cuenten.
Sus familiares cumplieron su deseo de regresar a Guido. Hoy descansa en paz en la barranca.
Estas hojas amarillentas del año 1921, llegaron a esta casa de la mano de Don Abel Cepeda.

La primera es un Despacho Telegráfico dirigido al Delegado Municipal de Labarden dónde puede leerse: Por Disposición del Sr. Comisionado se hace saber a ud, que mientras no se nombre médico Municipal, atenderá la inspección sanitaria de esa localidad, el Dr. J. Viturro

La siguiente está fechada en julio 7 de 1921 dirigida al Sr. Presidente de la 3º Conferencia Nacional de Profilaxis Antituberculosa. La Plata. Distinguido Sr. En su atenta nota de fecha 30 del mes ppdo, me complazco en remitirle la nómina de los dos médicos nacionales establecidos en este partido. Dr. José Viturro domicilio General Guido F.C.S. Dr Mario Monti domicilio Labarden F.C.


Y para finalizar el resultado de los Analisis ordenados por el Dr. Viturro al "travieso"paciente Leonardo Madrid - mi padre - en Julio de 1941.

jueves, 3 de julio de 2008

"Habemus Blog" así me lo presentó

María Bernarda abrió su blog me gusto mucho el saludo en euskera, el lauburus con los colores vascos y como siempre sucede recordé el texto que sigue. Prolijamente marcado por mi padre en la página 163 leo: “Partidos casi enteros de la provincia pasarían a manos de estos inmigrantes llegados al país en la época de Rosas.[…] Se revelaba en toda su magnitud el avance de los vascos franceses y españoles. Este pueblo que escapaba, en el caso peninsular, a la sangrienta guerra carlista, tenía también un especial apego a la vida campesina. Sus trabajos en los saladeros, sus negocios de carretas, pulpería o tambo, los llevaba casi indefectiblemente a la propiedad de terrenos aledaños al teatro de sus actividades. Muchos vascos, verdaderos fenómenos de fecundidad, dejaron vasta descendencia que hoy puebla ciertas zonas de la Provincia de Buenos Aire. En la de General Guido, por ejemplo, son numerosos los descendientes de cinco hermanos Aranciaga llegados al Plata a mediados del siglo XIX;” Maria Saénz Quesada Los Estancieros. Buenos Aires, Ed. De Belgrano, 1980.

Que en Guido hay historia, nadie lo puede negar, el desafío es buscar hasta encontrar.
Siempre, a pesar del tiempo, si lijamos sobre la capa de pintura nueva, la anterior aparecerá. Por esa razón María nos arenga "Pinta,pinta... que algo quedará"


Visiten a María, pinten en su blog, pero también pasen por aquí http://www.kukuxumusu.com/

miércoles, 2 de julio de 2008

Los Fernández Perez

Desde que puedo recordar lo escuche decir “voy a morir después que ellos”. En abril se cumplieron treinta y un años de su muerte, sesenta y cinco años llevaba en la argentina; dos años que Francisco Franco había muerto en España; tres que Juan Domingo Perón había muerto en Argentina. “Ellos”, eran ellos, “los Tiranos”, así los nombra este gallego socialista que llegó al país en 1910, que estaba aquí cuando la guerra civil se desato en su tierra. No volvió, “no mientras el caudillo fuera más nombrado que Rosalía de Castro”. No hubo después, su enfermedad se lo impidió. En 1962 había sido operado de un cáncer de colon de muy mal pronóstico, pese a todo durante quince años la peleó día a día, nadie lo podía creer, pero fue así.
Nunca se nacionalizó, “naci galego, galego he de morir”… Por linea paterna soy Fernandez Cibeira por madre Gonzalez Gonzalez. embarque en Vigo el 30 de noviembre de 1909 y aqui estoy...
A este país le dio sesenta y nueve años de su vida, dos hijos, cuatro nietos, cincuenta años de trabajo ininterrumpido en la Cervecería y Malteria Quilmes. Este Gallego, nacido en en1890 en Piñor en una aldea (asi decia él) llamada Outeiro de Torrezuela en Ourense, la única provincia mediterránea de Galicia. Ese "galego" fue mi abuelo materno Don Cesáreo Fernández Gonzalez
Aquí siempre hablo de los Madrid pero sin este otro 50% Fernández Pérez, yo no sería.  Así que hoy busco fotos de mi parte Fernández mientras cuento algunas anécdotas, las que no conté, por que si me han leído sabrán que he nombrado a mis abuelos maternos. La Abuela Pita, Mercedes Pérez y, el Tata, Cesáreo Fernández.
Entre todas las fotos, en algunas estamos mi hermano y yo, más yo que mi hermano seguramente es que fui la primera… también la consentida de ésta hélice de ADN.
Don Cesareo lo llamaban en el barrio, el gallego Fernandez en el grupete de amigos entre los que se encontra Cherro  "Cherrito" el Jugador de Boca.       
Yo lo llamaba Tata, le falta el dedo anular de la mano derecha, accidente laboral, cargaba cajones cuando el camión arrancó, nadie lo escucho gritar, eso no fue impedimento para seguir trabajando. No falto un solo día a su trabajo, cuando volvía dormía una siesta, controlaba la quinta y después salía a reunirse con sus amigos, muchos tantos que se me olvidan los nombres, Villanueva,  Lorenzo, Don Vázquez.
Fanático del fútbol, mi madre dice que era de Boca y si ella lo dice… yo lo recuerdo como “El hincha” de Banfield, no faltaba ni a los entrenamientos, prendido de alambrado detrás del arco allí estaba el Tata de saco, moñito (pocas veces usaba corbata) y sombrero o gorra, cuando saludaba se descubría y hacia girar el sombrero en la mano mientras conversaba. Recuerdo cuando José Sanfilippo, “el Nene” llegó al Taladro, si no había goles el abuelo sentenciaba, con la cara bordó, disfónico
– Ya lo digo yo me cajo (no es un error, así sonaba) en Diez, que ponemos una fábrica de sombreros y allí los niños sin cabeza joder!
Si Banfield perdía, el abuelo pasaba por la vereda de enfrente de casa.
- Allá va Don Cesáreo masticando el freno decía mi papá.
Por la tardecita llegaría como de costumbre a tomar mate en casa y a comentar con tío Mochi “lo mal que se habían parado los muchachos en la cancha”. Por entonces no se jugaba de noche. Cuando Banfield inauguró las torres de iluminación 1968/69 -por allí tiene que haber sido-, lo hizo con un partido muy especial El Taladro recibió a Estudiantes de la Plata. Fuimos todos y cuando digo todos, todos. Esa mañana había llegado otro Madrid, tío Rogelio desde Tandil. Las parcialidades estaban muy inclinadas hacia “los pinchas”. Nos ubicamos donde estaba la vieja tribuna de madera. El tata en el segundo tiempo abandonó su lugar en la platea y vino hacia nosotros. Me puso la gorra en la cabeza y le dijo a Tía María
- Mirá tú Negrita que lindo el césped iluminado, no creí que iba a verle.
Después volvimos todos a casa a comer una picadita criolla, con salame y queso que había traído Rogelio desde Tandil, el Tata pasó por el almacén de Don Vazquez y trajo el Cinzano.
Antiperonista “acérrimo” así se definía el abuelo. Contaban, los que bien lo conocian, que el 17 de octubre del 45 en el Depósito que la Cervecería Quilmes tenía sobre la calle Brasil, él solito, echó el cerrojo al portón, se paró en el anden de la dársena donde cargaban los camiones  y les dijo a los empleados –“si queréis ir Ala!! Pero los camiones no se mueven de aquí”.Uno de aquellos trabajadores que no fueron a Plaza de mayo le contó asi esta anécdota a mi papá:
- Había que ver aquello, el gallego parado junto al portón esperó a que saliera el último operario, volvió a su oficina y cuando se cumplió el horario salimos para Plaza Constitución. Para regresar a Banfield tuvimos que hacerlo caminando por que no había como viajar.Fue en es misma calle Brasil en la que contaba  cuando vio cómo sacaban el cajón con los restos mortales del presidente Hipolito Yrigoyen aquel 6 de julio de 1933.
–“¡A Pulso, A Pulso! gritaba el gentío, yo he oído ese grito, era una mar la gente. Unos años antes asistí en esa misma calle a un espectáculo infame. Vi con estos, mis propios ojos, las pobres pertenencias de aquel Presidente, chamuscadas por el fuego.¡Infames,ignorantes!. Sabe usted Madrid (le decía a mi padre) yo siempre he seguido las ideas de Alfredo Palacios, un crítico de Yrigoyen pero no dejo de reconocer que Yrigoyen fue un republicano, un demócrata. Lo que siguió fue la tiranía”
Mi abuela era muy religiosa, mi abuelo anticlerical pero sin dudas me quiso mucho porque aceptó ser mi padrino de bautismo y el 30 de octubre de 1952 en la parroquia de la Sagrada Familia de Banfield el Padre Virano me desendemonió… a medias.
Aquí estamos el día que cumplí mi primer año. Papá, la Pita, el Tata, Mamá. ¿la muñeca? ¡Yo! y les aseguro que sigo asi de linda.Siete años después en Punta del Este Uruguay. Papá, Mamá, mi hermano, la que suscribe y el tata Cesáreo con el sombrero en la mano, éste viaje merece un capítulo aparte.

Ya les hablé de morriñas y saudades en alguno de mis primeros posteos, les prometo seguir contando más de esta enorme galleta de hilachas que en definitiva somos. Continuará...

martes, 1 de julio de 2008

"He venido a morir en la argentina, pero a dejar para los tiempos el signo de paz entre los argentinos"

“Si la historia es una escuela de gobierno
no debemos malograr sus lecciones
porque sea mortificante su lenguaje”
Juan Bautista Alberdi
Escucho gritar al presidente del Partido Justicialista y ex presidente en funciones y me pregunto ¿dónde estaba el 1 de julio de 1974?... Yo, en Plaza Constitución volviendo a Banfield. Treinta y cuatro años y no aprendimos nada. Sigue gritando Nestor ¿dónde estaba en marzo de 1976?. No puedo dejar de recordar el Discurso del Dr. Ricardo Balbín, despidiendo los restos de Perón en el Congreso Nacional. No aprendimos nada.
“Llego a este importante y trascendente lugar, trayendo la palabra de la Unión Cívica Radical y la representación de los partidos políticos que, en estos tiempos, conjugaron un importante esfuerzo al servicio de la unidad nacional: el esfuerzo de recuperar las instituciones argentinas y que, en estos últimos días, definieron con fuerza y con vigor su decisión de mantener el sistema institucional de los argentinos. En nombre de todo ello, vengo a despedir los restos del señor Presidente de la República de los argentinos, que también con su presencia puso el sello a esta ambición nacional del encuentro definitivo, en una conciencia nueva, que nos pusiera a todos en la tarea desinteresada de servir la causa común de los argentinos. No sería leal, si no dijera también que vengo en nombre de mis viejas luchas; que por haber sido claras, sinceras y evidentes, permitieron en estos últimos tiempos la comprensión final, y por haber sido leal en la causa de la vieja lucha, fui recibido con confianza en la escena oficial que presidía el Presidente muerto. Ahí nace una relación nueva, inesperada, pero para mí fundamental, porque fue posible ahí comprender, él su lucha, nosotros nuestra lucha ya través del tiempo y las distancias andadas, conjugar los verbos comunes de la comprensión de los argentinos.Pero guarde yo, en lo íntimo de mi ser, un secreto que tengo la obligación de exhibirlo frente al muerto. Ese diálogo amable que me honró, me permitió saber que él sabía que venía a morir a la Argentina, y antes de hacerlo me dijo: 'Quiero dejar por sobre todo el pasado, este nuevo símbolo integral de decir definitivamente, para los tiempos que vienen, que quedaron atrás las divergencias para comprender el mensaje nuevo de la paz de los argentinos, del encuentro en las realizaciones, de la convivencia en la discrepancia útil, pero todos enarbolando con fuerza y con vigor el sentido profundo de una Argentina postergada.' Por sobre los matices distintos de las comprensiones, tenemos todos hoy aquí en este recinto que tiene el acento profundo de los grandes compromisos, que decirle al país que sufre, al pueblo que ha llenado las calles de esta ciudad sin distinción de banderías, cada uno saludando al muerto de acuerdo a sus íntimas convicciones -los que lo siguieron, con dolor; los que lo habían combatido, con compresión -, que todos hemos recogido su último mensaje: 'He venido a morir en la Argentina, pero a dejar para los tiempos el signo de paz entre los argentinos". Frente a los grandes muertos. ...frente a los grandes muertos tenemos que olvidar todo lo que fue el error, todo cuanto en otras épocas pudo ponernos en las divergencias; pero cuando están los argentinos frente a un muerto ilustre, tiene que estar alejada la hipocresía y la especulación para decir en profundidad lo que sentimos y lo que tenemos. Los grandes muertos dejan siempre el mensaje .Sabrán disculparme que recuerde, en esta instancia de la historia de los argentinos, que precisamente en estos días de julio, hace cuarenta y un años el país enterraba a otro gran presidente: el doctor Hipólito Yrigoyen. Lo acompañó su pueblo con fuerza y con vigor, pero las importantes divergencias de entonces. colocaron al país en largas y tremendas discrepancias, y como un símbolo de la historia. como un ejemplo de los tiempos, como una lección para el futuro, a los cuarenta y un años, el país entierra a otro gran presidente. Pero la Fuerza de la República, la comprensión del país, pone una escena distinta, todos sumados acompañándolo y todos sumados en el esfuerzo común de salvar para todos los tiempos la paz de los argentinos. Este viejo adversario despide a un amigo. Y ahora, frente a los compromisos que tienen que contraerse para el futuro, porque quería el futuro, porque vino a morir para el futuro, yo le digo Señora Presidente de la República: los partidos políticos argentinos estarán a su lado en nombre de su esposo muerto, para servir a la permanencia de las instituciones argentinas, que usted simboliza en esta hora.
Dr. Ricardo Balbín
http://ricardobalbin.tripod.com/peron.htm
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).