jueves, 31 de julio de 2008

Hoy sumamos a Labardén


El azar, o “las casualidades ” ayudaron. Hoy encontré la página de Labarden, en ella la foto que están viendo es la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús donde un 10 de febrero de 1979, el inolvidable padre Josué Chávez Paz bautizó a mi hija Danii. Entre las muchas fotos que tiene la página, reconozco la casa de Don Julio Solanet - hoy Museo Municipal – y recuerdo a María Amalia.
Descubro la biblioteca y me detengo en unos palenques, que “Orlando las veredas” traen a mi memoria esos versos de Justo P Saenz (h) que hace tiempo publiqué y que hablan de un pasado conservado. Y pienso en los días que han pasado desde que abrimos éste almacén, en María Guebara, primer Guidense en encontrar la botella en el mar… y paso por su Pinta… Pinta , José Esteban ya había “pintado” la Letra de “La Chata de Lobería” que ayer nomás recordé cuando leí “Tembladeral del olvido” ¡Otra alegría, más!. Amigos de Lobería que reencontré gracias a Internet.
Mientras tanto la Quilmeña y guidense Laura Tredentti nos recordaba que el fútbol es un sentimiento y le regalaba el poema de Walter Saavedra a los chicos de la Escuelita de Fútbol Infantil … Desde Dolores me enseñaban a no “juzgar antes de los alegatos”, y Diego a ser mejor cada día.
Maipú sigue allí, cerquita y nos acerca más amigos.
Y pensar en los comienzos es decir Mar del Plata K-nelita… Y no olvidar a todos esos colaboradores que siempre están apoyando Griselda Garcia Cuerva, Norma Montenegro, Juan Carlos Pirali y tantos otros.
Sin olvidar a Maria Marta Vargas Directora de Cultura de Gral. Guido, que tan bien me recibió cuando estuve el pasado 9 de Julio.
Sumar eso hemos hecho a lo largo de estos meses y eso seguiremos haciendo. Hoy sumamos a Labarden. Justo hoy, en la festividad de San Ignacio de Loyola, en el día del cumpleaños de Danii, "las casualidades" anduvieron traveseando a mi alrededor, para mantenerme ocupada.
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).