Recorrió la galería se detuvo en las puertas de la piezas y salió por el zaguán, yo también lo vi. En la esquina del Cultura, Isaso y Rogelio lo vieron irse aquel domingo al trotecito. El Cachiro lo siguió unos metros y se volvió al tranquito a ocupar su lugar en la esquina, días más tarde los peones le contaron a papá que Nortero no había regresado al puesto, pero tampoco volvió al pueblo a buscar las caricias que todos nosotros le prodigábamos. Nadie volvió a saber de aquel perro que a lo largo de casi un año fue uno de los nuestros"
Aqui encontraran cosas simples, nostalgia, añoranza, recuerdos personales. Fotos,Anécdotas,Relatos,Recetas de cocina de las abuelas,se amontonan en los estantes sombríos. Pasen,las puertas están abiertas.
martes, 29 de abril de 2008
Hoy en el día del animal les dejo este relato
Recorrió la galería se detuvo en las puertas de la piezas y salió por el zaguán, yo también lo vi. En la esquina del Cultura, Isaso y Rogelio lo vieron irse aquel domingo al trotecito. El Cachiro lo siguió unos metros y se volvió al tranquito a ocupar su lugar en la esquina, días más tarde los peones le contaron a papá que Nortero no había regresado al puesto, pero tampoco volvió al pueblo a buscar las caricias que todos nosotros le prodigábamos. Nadie volvió a saber de aquel perro que a lo largo de casi un año fue uno de los nuestros"
sábado, 26 de abril de 2008
El puente de Monet
Bueno… una cuchara de las soperas, de aquellas viejas, que usaban las abuelas y algunos pocos ingredientes. Mientras espero que se cueza vengo a charlar un ratito, por que la Torta se hace rapídisimo.
Por estos días me llamaron por teléfono varios integrantes de la familia Cohen, comenzando por Rafael, siguió Daniel Faur, hijo de Victoria y finalmente una larga charla con Sara.
Visitando la página de Fernanda, pienso en “el puente” que cruce para encontrarme con ellos y la imaginó allá en Nueva York hablando con su esposo de Gral. Guido.
Los Cohen vivían dónde hoy está el Centro de Jubilados, casa que fue donada por la familia. En mi casa además de los almanaques de Alpargatas con el sello de la frutería “La Sin Rival de José Cohen”, hay un frasco llenos de botones, sí, botones, con los que yo jugaba de chica, también los disfrutó mi hija. Esos botones servían para sumar, restar, hacer collares y pulseras, anotar los tantos en una partida de cartas, jugar ta-te-ti, damas y la lista sigue. Recuerdo bien y puedo separar hoy los que habían llegado desde Gral. Guido, junto a unas madejitas de hilo de bordar, una aguja de ganchillo y una puntilla… ¡“guipiur” se llama guipiur! exclamó tía María la tarde que accedió a cortar un pedacito para adornar el vestido de mi muñeca, formaban parte del desordenado costurero de tía.
-¿Quién te dio la puntilla, María? preguntaba yo.
El “guipiur” había sido adquirido en la tienda de Cohen, allá en Guido “cruzando el puente”.

- Sí, confirmaba ella, mientras cosía el "guipiur" en el vestidito de mi muñeca.
- El mismo, el mismo, nenita.
Muchos años después descubriría que aquella foto, no era del puente de Guido, era la obra de un pintor francés llamado Claude Monet. Para entonces ya no jugaba con botones, ni vestía muñecas.
La pasada semana hablando con “los Cohen” recordé los botones, "el guipiur", El puente de Monet… Recordé a Don Hilario Allo, farmacéutico, Presidente del Club Cultura en la década del 30 y padre del inolvidable “Pino” Allo.
Otro Gral. Guido, el mismo puente de Monet.
En fin… recuerdos, pequeñeces, que solo las mujeres somos capaces de guardar sentenciaba mi abuela. Como las recetas de cocina tomen nota de esta antigua torta de manzanas, económica y muy rica.
Pelamos 2 manzanas las cortamos en cuadraditos y las espolvoreamos con canela. En un recipiente colocamos 12 cucharadas de harina leudante y reservamos. Usando la misma cuchara en una taza sumamos 12 cucharadas de leche y reservamos. Ahora colocamos en un bol profundo siempre con la misma cuchara 12 cucharadas de azúcar, con 2 huevos y batimos,batimos,batimos ¡listo! En este momento usando la misma cuchara agregamos 12 cucharadas de aceite y un “chorrito” de esencia de vainilla, o ralladura de limón y seguimos batiendo. Ha llegado el momento de incorporar a la preparación la harina que teníamos reservada y la leche. Por ultimo con suaves movimientos envolventes las manzanas “empolvadas” con canela.
Molde enmantecado enharinado, horno hasta que al pincharla el palillo sale seco.
Dos posibilidades para que quede mas linda a) mientras se cocina la torta preparan un caramelo líquido. Cuando retiran la torta del horno - ya desmoldada - despacito le colocan el caramelo por encima, con una cuchara. ¿La misma? Y sí, lo conocido da confianza.
b) antes de colocarla en el horno espolvorear la superficie en azúcar molida queda una cubierta crocante.
El olfato me indica que la torta está lista.
…Continuará
jueves, 24 de abril de 2008
martes, 22 de abril de 2008
Desde "el cofre de los afectos"
Un día nuestra colaboradora, Dolorense, Griselda Garcia Cuerva me habló de la carta, me la envió. Después de leerla pedí su permiso para subirla aquí y sugerí que me acercara una foto de sus padres. Aquí están las fotografías, la carta.
Queridos padres:
Cuando algún ser glorioso y angelical les entregue esta carta, yo se que se encenderán chispas de emoción en vuestros ojos. Todo lo que aquí expreso estaba cuidadosamente guardado en la joya más preciada que tengo: "el cofre de mis afectos". Quiero contarles que cuando hablo de ustedes el aire se llena de ternura, el jardín rebosa de flores, el sol se ilumina mágicamente y desde el cielo dos hermosas estrellas fulgurantes me envían mensajes de amor. Los recuerdo cada día de mi vida y al evocarlos escucho el dulce canto de los pájaros, veo el mar cristalino y transparente y siento una suave brisa perfumada que me embriaga. Necesito decirles que estoy orgullosa de haber podido compartir mis mejores años con los padres más maravillosos del mundo; de vosotros heredé la solidaridad, bondad, sensibilidad, respeto, honestidad, amistad e infinitos valores morales y espirituales. Me enseñaron a cultivar el buen humor, optimismo, serenidad y a disfrutar los pequeños momentos. Me dieron caudales de felicidad. Quiero que sepan que para mí fueron una enorme luna plateada, un brillante arco iris, un cálido y frondoso bosque y un rosal con los pimpollos más coloridos y bellos que alguna vez he visto. Cada instante que refleja vuestras vidas es una maravilla colmada de bendiciones y lindos recuerdos. Estoy eternamente agradecida por haberlos tenido conmigo y por eso deseo terminar diciéndoles gracias, por por los besos y caricias recibidos, por la protección, comprensión y dulzura. Gracias, por haber sido los pilares fundamentales en mi vida. Gracias, por haber permitido que la alegría invadiera mi hogar. Siempre los llevaré en mi corazón como dos ángeles guardianes que me guiarán junto al Señor, transformando mis lágrimas en risas, mis dudas en esperanza, mi tristeza en júbilo. Serán los suaves y delicados pétalos de mi mejor flor, las mariposas más bonitas en mi jardín y los luceros más resplandecientes en el firmamento.
Los quiero mucho.
Griselda.
lunes, 21 de abril de 2008
El Centro Recreativo "Cultura"
Hubiese querido tener montones de fotos, que todas las familias Guidenses participaran, el "Cultura" es parte de nuestra historia. Pero esta vez, tampoco pudo ser. Subo entonces, las fotos que tengo a mano
y dejo esto que un día escribió mi padre recordando al
Centro Recreativo Cultura, Nuestro Club.
"Una vez, estando con mis hermanos, Mochi y Loro, en una reunión muy amena en un club aquí, en Banfield, uno de los socios, vecino nuestro, aficionado como nosotros a la guitarra nos había invitado con la intención de asociarnos. "Nuestro club", decía, es chico, pero tenemos muchas actividades. Uno de los concurrentes, un gallego, con más de cincuenta años en el país, y sin haber perdido la musicalidad de su acento castizo, lo corrige diciéndole – “no importa lo grande que zea un club, ¡hombre!, importa lo que haga por osté”Y entonces, regrese a mi casa pensando que...Cuando yo me fui de Guido, buscando el futuro, él se quedo ahí nomás, a quince pasos del zaguán de nuestra casa, en la esquina, justito, para quitarle protagonismo a la Plaza del Pueblo.Yo tenía... no más siete años cuando lo fundaron y tuvieron que pasar casi nueve para que él me aceptara como socio cadete.Yo siempre estoy volviendo, él siempre está en la esquina, hospitalario de puertas abiertas, esperando...¡Cuánto has hecho por nosotros “Cultura”!Desde que me acuerdo estas ahí. Fue en tu ochava donde me encontró mi padre aquella tarde comiendo unas tortas negras que había comprado con los diez centavos que me pagaron por llevar una carta a una moza de la que no revelé nombre entonces, ni lo haré ahora, ¿el pagador de los diez?, Si le digo que forastero... ¿me cree?Tus antiguos ventanales con sus pesadas cortinas, el telón del escenario, la mesa de la biblioteca donde una vez me alcanzo la noche leyendo...“El 2 de febrero de 1873 el Bergantín Pilgrin se encontraba entre los 43º y 57’ de latitud sur y los 165º y 20’ de longitud oeste del meridiano de Greenwich” todavía hoy a los setenta y siete años recuerdo ese texto, fue la primera vez que me encontré con Julio Verne, el titulo del libro “Un Capitán de 15 años”, después se sumaron otros tantos autores. El olor de los libros, las revistas y diarios apilados a izquierda y derecha, las piezas del ajedrez ordenadas sobre el tablero listas para la contienda, la suavidad del paño de la mesa de billar al contacto de mi mano, todo esta guardado en mi memoria. También tienen su lugar los bailes, las veladas teatrales, las romerías como aquellas de febrero de 1927 entonces había cumplido dieciséis y me estrenaba socio, aún guardo entre mis cosas una medalla dorada que entregaba la Comisión Directiva donde puede leerse Romerías Populares Febrero 5, 6 y 7 de 1927 Centro Recreativo “Cultura” Gral. Guido FCS.Centro Recreativo “Cultura”, ¡cuantas historias que guardan tus paredes!, ¿Te acordás? Cuándo la comuna enviaba esas notas amenazantes informándote, que “si continuaban las quejas de los vecinos por ruidos molestos, no habría más bailes”... y... ¿cuando los muchachos se separaron por la cancha de pelota? Trinquete ,SI, Trinquete ,NO, esa era la cuestión, por el SI, estaban entre otros el Dr. Stupenengo, Osvaldo Aphat, Bernardino Landi, Anibal Iriart, por el NO rotundo, “considerando que para esa fecha (año 1940) "el Deportivo" cumplía ampliamente con lo que establecía su estatuto, es decir la práctica de Deportes” estaban Gingo Madrid, Pedro Apezteguía y Carlos Bazzigalupi ¡que debate hermano! si hasta las kermeses de ese año se vieron afectadas por la disputa, el Municipio alegó desconocer tu solicitud de permiso y te hizo saber que otra Institución había pedido con anterioridad el preciado salvoconducto para esas fiestas. Aquellas Kermeses se hicieron en el Parque Infantil.El proyecto de la cancha de pelota fracasó en primera instancia, entonces los patrocinantes llamaron a Asamblea General en las instalaciones del Club Deportivo “presionaron” (dirían entonces los del no) y la Comisión Directiva en pleno renunció.Se organizó una nueva asamblea todos fueron reelectos menos, por supuesto, Apezteguía, Bazzigalupi y Madrid que se oponían “tenazmente” a la cancha.¡Cuantos recuerdos! .Todos compañeros al fin, seguimos compartiendo Bailes, Veladas y Kermeses.
¿Qué otra cosa es un club? Si no el espacio donde todo es el conjunto. ¡Sí Señor¡ aquí al cobijo del Centro Recreativo Cultura, reímos, jugamos, discutimos, soñamos, nos enamoramos, aquí fuimos felices, aquí somos y seremos por siempre felices.¡Qué cierto amigos!, no importa lo grande que sea "tu club", importa lo que haga de vos." Leonardo B Madrid.1910 -1989.
viernes, 18 de abril de 2008
Los Tamarindos

Los viejos tamarindos con sus tallos rugosos
agitaban sus ramas en alas de la brisa
y caían las flores de manera imprecisa
alfombrando la tierra con colores vistosos.
Testigos en mi infancia de momentos ociosos
cuando un libro en las manos cumplía la premisa
de acercarme a los versos que leía sin prisa
imaginando historias de amores venturosos.
En tardes otoñales a sus troncos ataba
una cuerda muy firme para saltar dichosa
en tanto mis hermanos de una forma amistosa
jugaban a la mancha hasta que el sol entraba.
En el patio de antaño que en mi recuerdo asoma
están los tamarindos exhalando su aroma.
Norma Ester Montenegro
jueves, 17 de abril de 2008
El Sol de Noche

¡Dale decilo, decilo otra vez que lo quiero aprender, una, dos, tres… Así fue como conocí a Alvaro Yunque, una tarde de otoño a comienzo de los sesenta.
Ahora en otro recipiente vamos a mezclar 4 tazas de harina con 3 cucharaditas de polvo de hornear, una pizca sal, 1 cucharadita de bicarbonato y 1 taza con nueces picadas y pasas de uva.
Siempre revolviendo con cuchara de madera, integramos los secos en el batido, Nunca al revés. Colocamos en el molde y llevamos a horno (precalentado) moderado hasta que pinchamos con un palillo y sale sequito.
martes, 15 de abril de 2008
¡agrandamos la mesa... llegaron Los Cohen!
Rafael, me decía que pasó por Guido el 7 de marzo… y ahora al escribir esta fecha, recuerdo ese día como emblemático ¿Saben por que? Ese día cumplía años Cototo Jaurena y no hubo un solo siete de marzo que los tíos y mi padre, no recordaran su cumpleaños, su ternura, su abrazo afectuoso.
Pero volvamos a Rafael Cohen, el pasado 7 de marzo, llegó hasta la Escuela Nº 1, habló con la Sra. Directora, dejo una de sus película para los chicos, recorrió las calles del pueblo, pasó por la que fue su casa, casa que donaron, en un gesto que los enaltece. ¡Cuantas cosas desconocemos!.
Estos, pedacitos, recortes, fotos, anécdotas que desde aquí nos empeñamos en juntar hacen a la historia de nuestro pueblo, el de ustedes por origen, el mió por herencia.
En unos días más las colectividad judía festejara “Pésaj”. Quizá, haber reencontrado a la familia Cohen en esta fecha sea otro mensaje de mis amigas “las Casualidades”; talvez éste sea el momento, la oportunidad de sentarnos todos alrededor de esta mesa, en familia, porque a pesar de las diferencias somos una familia, la familia Guidense, y compartir por que de eso se trata.
¡Gracias Fernanda!
¡Gracias Rafael!
domingo, 13 de abril de 2008
Digo Mazamorra se me endulza la boca
Antonio Esteban Agüero
En el agua en que se remojaba el maíz blanco partido ella comenzaba la cocción a fuego bien lento, siempre estaba la pavota (que no era yo) sino una pava grandota con agua caliente para agregar por si hacia falta a la mazamorra.
El secreto está en cocinarla a fuego bien lento, tiene que hervir por lo menos tres horitas, mezclando constantemente con la cuchara de madera, que no era una cuchara, era un palo según María estaba hecho con una rama de higuera de Gral. Guido. En un “pocillo” de café con agua fría “desleía” ¡Cuánto le gustaba decir esa palabra!... disolvía una cucharadita de bicarbonato y cuando faltaba poco para que se cumpliera el riguroso horario de la cocción, en pleno burbujeo lo agregaba y seguía revolviendo, mientras preguntaba: ¿Dígame sobrina cuál es el secreto de la mazamorra?
-Cocinarla despacito y con paciencia.
-¿y el punto?
-El "maicito" bien blandito y el juguito espeso.
- ¡Muy bien!. Negrita ya podes hacer mazamorra, blandita y blanquita decía mientras me ataba en la cabeza un repasador blanco a modo de pañuelo, y me mandaba a buscar la fuente, aquella fuente enlozada honda que tenía un bordecito azul marino. Yo volvía con la fuente en la cabeza y ella desde la cocina voceaba ¡¡Hay, Mazamorra señores, de la buena, sabrosa, blanca y blandita, alisten las cucharitas!!
Hoy cocine mazamorra, aquellas horas de cocción transcurrían entre leyendas, cuentos, anécdotas… estas de hoy entre recuerdos, buenos recuerdos. No encontré la fuente enlozada del borde azul marino, pero mi mazamorra espera, en un cuenco de cerámica amarillo, a que la bañe con leche y la espolvoreé con azúcar molido.
Letra: Antonio Esteban Agüero
Musica: Peteco Carabajal
La mazamorra, sabes, es el pan de los pobres
jueves, 10 de abril de 2008
Viejos libros. Buenos recuerdos
Ismael Moya. Dolorense. Doctor en Filosofía y Letras. Discípulo de Ricardo Rojas. Fundador del Museo de Bellas Artes y la Escuela de Bellas Artes en Dolores, entre tantísimas cosas.
En la foto del libro puede verse sobre el margen derecho, el sello del Ateneo Mariano Moreno, dónde se reunían los Radicales. A partir de 1957 siguieron reuniéndose allí, sólo que le agregaron la letra I de la Intransigencia. Han pasado tantos años y recuerdo que aquella división puso de un lado a mis tíos, Radicales del Pueblo, y del otro a mi padre, Radical Intransigente. Se jugaban bromas con los amigos de Gral. Guido, Rulete Gascue, Don Abel, y tantos otros, todos Balbinistas. Mi padre, el único Intransigente. En 1983 "volvió" a afiliarse al Radicalismo, pero esta vez no quedamos divididos, por lo menos los Madrid, todos estábamos encolumnados en Renovación y Cambio…
-Y vos lo sabes bien, Negro que te fuiste con Alende, y ahora estas de vuelta dijo don Abel.
-Te equivocas Cepeda, yo no vuelvo, para volver hay que irse y yo ¡Jamás me ido! Respondió Madrid"
Esto recordó Edgardo Gascue, en aquel almuerzo, allá Gral. Guido cuando me dijo con un dejo de nostalgia:
-¡Que bueno sería recopilar estas cosas de tu padre, esas charlas imperdibles con Don Abel!
martes, 8 de abril de 2008
Tradición
Es revoleo de lazo
Domingo de pulpería,
Es el rastro que dejó
Es carrera de sortijas
Es montar un redomón
Jinete sobre un bagual
Es gaucho bien empilchao
Es el eco del cencerro
La tradición no se agota
Juan Carlos Pirali
Primer Premio en Bagé, Brasil 2005
lunes, 7 de abril de 2008
"Tiene gusto a jabón pero es queso"
http://semanamaipuense.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=616&Itemid=27
Ni una sola línea sobre el error "subsanable" que el Sr. Juan Carlos Pirali, Dolorense, estudioso de la Historia de la zona, nos indicó. Insisto “subsanable” La fecha fundacional 28 de Mayo de 1883 un error de grafía.
"Tiene gusto a jabón pero es queso" decían los míos cuando yo, porfiada, mostraba la hilacha vasca.
*Burugogor - Setatsu: en lengua vasca Tozudo, terco, porfiado
viernes, 4 de abril de 2008
¡EL AMIGO!

Con informaciones de actualidad, investigaciones, trabajos y noticias proporcionadas por la Dirección del Museo.
jueves, 3 de abril de 2008
Un frasquito con tierra...
Leonardo Madrid (Negro) 1975
miércoles, 2 de abril de 2008
Aquellas Cartas.
Estos versos de Yupanqui publicados en el año 1972, en su libro Coplas del Payador Perseguido vinieron a mi memoria hoy, cuando escuche que soplaba viento del sudeste, desde Malvinas pensé... y volví a aquella mañana de hace 26 años.
Entonces, yo, trabajaba en el Edificio Libertad sede del COAR, y como todos -el que diga que no miente - me alegre cuando escuche que alguien decía mientras ascendíamos las amplias escalinatas del Libertad, ¡Estamos en Malvinas!
La mañana transcurrió entre caras felices, sonrisas robadas al pasar, pulgares levantados; yo quería regresar a mi casa, para compartir con los míos esa alegría. Dentro de tanta sordina, de tanta tristeza, de todo el miedo agazapado, durante esos años, por segunda vez el optimismo se había derramado en las calles de Buenos Aires, de todo el País. ¡Estábamos en Malvinas! Con el paso de los días, esa alegría comenzó a languidecer; y fue otra mañana, cuando sentada a una larga e improvisada mesa de trabajo junto a otras personas, al leer la primer carta que llegó a mis manos, definitivamente se extinguió.
Yo tenía veintinueve años, hacia poco más de cinco que había dejado mis estudios de Derecho, con la promesa de regresar. Cuatro habían pasado del mundial setenta y ocho, el mundo se disponía a disfrutar las habilidades de Maradona en el Mundial de España; en julio, mi hija, cumplía cuatro años. En mi casa hacia tiempo habíamos abandonado las discusiones políticas, para alivio de mi padre, hablábamos en voz baja, por lo tanto cuando se me pidió reserva sobre las tareas que realizaríamos puertas adentro de aquella oficina, obedientemente hice mutis. Durante esos meses por mis manos pasaron cientos de cartas, miles de palabras que iban y volvían desparramando ternura, humedecidas por las lágrimas y con olor a miedo. Las guerras siempre nos fueron lejanas, esta no sería la excepción.
El reglamento no dejaba lugar a dudas, la correspondencia que iba dirigida al frente, al igual que la que volvía debía ser leída, clasificada, para que “el enemigo” no recibiera información; ayudabamos así a que “el Soldado” no fuera afectado por otro sentimiento que su incondicional amor a la Patria. Desde fines de abril, cuando la primera saca con correspondencia remitida desde el correo central quedó desparramada sobre la larga mesa, lei, a tache y muchas veces agregue en el sobre, antes de cerrarlo, con la cinta de papel color marfil con las letras azules de Armada Argentina, una hoja blanca, sin membrete, donde yo, le escribía a ese soldado, del que sabía más, de lo que él podía sospechar. Sí, yo, sabia por ejemplo que su novia estaba embarazada, él no, quiza no lo supo nunca. Yo estaba al tanto que su mamá había sufrido un ataque de presión, que estaba mejor; que su abuelo había muerto… Sabía, yo sabía y no dejaba que ellos supieran
Volvía a casa sin ganas de hablar, mi padre, pendiente de las noticias, preguntaba, ¿ que se dice por allá?, ¿Cómo van las cosas?...yo le mentía igual que cuando le decía que retomaría mis estudios de abogacía.
La mañana del 2 de mayo, en esa oficina inundada por la luz de los tubos fluorescentes, fuimos los primeros en saber que el Crucero General Belgrano se hundía en las profundas y heladas aguas del Atlántico Sur; una de mis circunstanciales compañeras, embarazada prorrumpió en llanto, su marido estaba embarcado en el ARA General Belgrano, todos la abrazamos, ese abrazo me recordó otro, muchos años antes, en Plaza Francia, este, como aquel, tenía la comunicación de la angustia, del desamparo.
Fue esa mañana cuando a pesar de la calefacción, el frío me alcanzó, olí la sangre, el temor, la sal, el barro; olí la muerte, me desgarró el estomago el hambre lejano y con disimulo, rechacé el café calentito y el alfajor de chocolate. Sentí vergüenza, baje la cabeza y me aboque a la lectura de esas cartas con faltas de ortografía, con errores de sintaxis, borroneadas de lágrimas, con olor a cocina de mamá, a salsa de domingo, con aroma de barrio, endosadas de apego, de amor, de ternuras. Entonces supe que esas palabras que yo les robaba no desaparecerían jamás; sobrevivirían al fibrón, a los tachones, las palabras estaban allí apretujándose, ocultándose en las oscuras galerías de mi memoria, para aparecer por las noches, tras el manto de neblina de mis sueños.
El tiempo pasó pero nunca olvide parrafos de aquellas cartas.
“…ayer recibí la carta de papá, me sorprendió, hace tanto que no hablábamos, fue una gran sorpresa, sabes mami?, es bueno saber que papá, no esta enojado, después de todo, se separó de vos, no de mi. No te enojes gordita linda, pero cuando todo esto termine voy a viajar a Venezuela para ver al viejo, no te enojes, ¡che, dale! voy y vuelvo, te lo juro…”
“…rezo por vos, hijito, te arropo, con el manto de Nuestra Sra. de Lujan cada noche, como cuando eras chiquito para que duermas calentito mi amor, papá dice que sos un hombre, que te mimo demasiado, ¿Cuánto es demasiado?…”
“…todo pasa tan rápido que ya no se que día es hoy, te amo ¿viste? Te lo dije, te amo Negra. Los gringos están cerca, tan cerca que puedo olerles el Güisqui a los muy juna y gran puta, nosotros negrita olemos a chiquero, a turba, a mierda olemos…”
“…ahora entiendo por que el abuelo habla tanto de la guerra, para entretener a los muertos. Sabes viejo, los muertos te siguen, desarrapados, pálidos, fríos, nos siguen de día y de noche, se nos cuelgan de la espalda, no nos pierden de vista, salen de la niebla con los ojos abiertos, muy abiertos…”
“…Suenan las chapitas que me cuelgan del cogote hermanito, tengo como diez, ¿quien las llevará cuando tengan que cortar la mía?, no me hagas caso hermano, yo voy a volver, cuando escuches el chaperío, atrás voy yo, esperame con unos amargos, que ya voy, decile a la vieja, al viejo y a la Susi que todo está bien, pero todo esta para la mierda, hace dos noches que no duermo?
“…, ayer fuimos con las chicos a ver el partido a tu casa, tu vieja amaso pizzas como siempre, me pregunto vos andabas de novio con la Claudia, le dije que no, pero el viejo de la Claudia fue a tu casa a contarle a tus viejos que la Claudia esta embarazada y ahora, macho, de que te disfrazas, papá…”
Poco hablo de los días, de la Guerra de Malvinas pero no los olvido. En aquella oficina nada pasaba inadvertido menos los cumpleaños, cuando llegó el mío ya no se hablaba de Malvinas, cada uno habíamos regresado a nuestros lugares de trabajo dentro del enorme Edificio, pero mis circunstanciales compañeros llegaron aquel octubre hasta la oficina que ocupaba en el primer piso con un regalo, un perfumero, que aún conservo. En el año 1983 renuncie a mi trabajo en el Edificio Libertad.
El pasado año escuchando en la radio las historias, de los Combatientes sentí por primera vez la necesidad de escribir lo que acaban de leer, es una forma de pedir perdón… Quizás, pueda así, decía exorcizar los fantasmas que se cuelgan de mi espalda, que no me pierden de vista, que salen tras el manto de neblina, con los ojos abiertos, muy abiertos, buscando las palabras, los párrafos que quité de aquellas cartas.