Ayer contaba en la Matera que había encontrado a la familia Cohen, "los Cohen" que habían vivido en Gral. Guido. Esta mañana hablé con Rafael Cohen y otro nudito sumamos a la urdimbre de la historia de nuestro General Guido. No seré yo la que cuente la infinidad de recuerdos de la familia Cohen, serán ellos mismos, aquí les hacemos un lugarcito, ¡agrandamos la mesa...llegaron los Cohen!
Rafael, me decía que pasó por Guido el 7 de marzo… y ahora al escribir esta fecha, recuerdo ese día como emblemático ¿Saben por que? Ese día cumplía años Cototo Jaurena y no hubo un solo siete de marzo que los tíos y mi padre, no recordaran su cumpleaños, su ternura, su abrazo afectuoso.
Pero volvamos a Rafael Cohen, el pasado 7 de marzo, llegó hasta la Escuela Nº 1, habló con la Sra. Directora, dejo una de sus película para los chicos, recorrió las calles del pueblo, pasó por la que fue su casa, casa que donaron, en un gesto que los enaltece. ¡Cuantas cosas desconocemos!.
Estos, pedacitos, recortes, fotos, anécdotas que desde aquí nos empeñamos en juntar hacen a la historia de nuestro pueblo, el de ustedes por origen, el mió por herencia.
En unos días más las colectividad judía festejara “Pésaj”. Quizá, haber reencontrado a la familia Cohen en esta fecha sea otro mensaje de mis amigas “las Casualidades”; talvez éste sea el momento, la oportunidad de sentarnos todos alrededor de esta mesa, en familia, porque a pesar de las diferencias somos una familia, la familia Guidense, y compartir por que de eso se trata.
¡Gracias Fernanda!
¡Gracias Rafael!
Aqui encontraran cosas simples, nostalgia, añoranza, recuerdos personales. Fotos,Anécdotas,Relatos,Recetas de cocina de las abuelas,se amontonan en los estantes sombríos. Pasen,las puertas están abiertas.
martes, 15 de abril de 2008
¡agrandamos la mesa... llegaron Los Cohen!
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).