Desde aquí, desde éste humilde almacén de la memoria le doy la bienvenida.
Alguien me dijo que el trabajo de la memoria tiene como desenlace el olvido, a veces, el perdón. Y debe de ser así nomás, por que sino ¿Para que recordar?.
No me despido de Omar Arias porque no tengo dudas que seguiremos trabajando juntos por y para “los Guidos”
Ahora les cuento a mis lectores. En la tarde de ayer la Sra. María Marta Vargas se comunicó telefónicamente, hablamos muchísimo, de estas cosas que nos interesan, que tienen que ver con nuestra identidad. Supe entonces, que era oriunda de Maipú, su esposo de Dolores, convergieron en Gral. Guido, la suma, dos hijos adolescentes y “Guidenses”. Se confirma lo que vengo diciendo amigos, entre nuestros pueblos no hay fronteras.

Las puertas de éste almacén y de la Matera están abiertas, como lo estuvieron siempre.