martes, 19 de agosto de 2008

Las Fotos Familiares

Encontré este Relato en http://trinidadmujica.blogspot.com/ me gustó tanto que decidí traerlo aquí sin pedir permiso, es que quiero presentarles hoy, ya! a Trini su joven autora , contarles que es de nuestra vecina y colindante Ayacucho que desde hoy, ya! la sumamos a Nuestra Matera
Pero mejor léanla.

ESCRIBI ESTE RELATO EL 21 DE JUNIO, ME PUSO MUY CONTENTA PODER SOLTARLO PORQUE GENERALMENTE NO ESCRIBO PROSA SINO POEMAS, Y PARA ESTE TRABAJO ESTUVE DANDO VUELTAS UN PAR DE SEMANAS, HASTA QUE POR FIN SALIO. ESPERO QUE PUEDAN DARME UNA OPINION, GRACIAS!! SE LLAMA LAS FOTOS FAMILIARES.

Muchas veces en mi entorno mas cercano se me "acusa graciosamente" de tener una "gran facilidad" para apropiarme de los retratos y fotos familiares mas lindos. Esos por los que todos alguna vez se preguntan, "-...donde estarán las fotos que sacamos en tal cumpleaños..., las de ese viaje... o la reunión en la casa de tal... -". Seguramente, por obra del "destino", por alguna buena negociación oculta detrás de alguna puerta o hasta por un simple hurto (sí lo admito) pueden encontrarse entre mis pertenencias. En coloridos marcos, en cajones, cajas, sobres que a veces ni yo misma sé porqué ni donde los he puesto, pero aparecen en las ocasiones más oportunas, o en esos momentos en que necesito acordarme y recordarme como soy y como llegué hasta acá.
Es una realidad, tengo una gran debilidad por las fotos, por todas, pero en especial por aquellas en las que aparezco de pequeña, antes de cumplir mis cinco años.
creo, sin temor a equivocarme, que me las acuerdo de memoria, su forma, el color característico del papel y la imagen según los años que tienen, el lugar y la ocasión en que fueron tomadas, y sobre todo, quienes aparecen en ellas y porqué.
Son muy importantes para mi, y muchas veces durante años me he preguntado porqué? Y es con los años precisamente, y con mucha terapia!!, que he podido entenderlo...
He descubierto que en esa temprana edad, la que muestro en esas fotos, entre vestidos, muñecos, hamacas, papás, tíos, abuelos, primos y tantos más, yo no sabía nada!!, es decir tenía el total desconocimiento de la inocencia en estado puro. Eso que perdemos a medida que crecemos y nos enfrentamos a la vida.
Esas imágenes me ayudan a recordar y rearmar momentos que a veces dudo si los viví o me los contaron, porque la memoria, por más que me esfuerzo, no alcanza.
La felicidad.
Eso muestran, no porque ahora, a los treinta recién estrenados, no sea feliz, me refiero a la felicidad sin preguntas, sin culpas, sin porqué y sin medida.
Pienso una y otra vez en las vueltas de la vida, y en la foto, donde "casualmente" miro fotos, sobre la mesa de la cocina de la casa de mis abuelos maternos, con el abuelo detrás mío. En ese momento, yo no me imaginaba que faltaban pocas horas-días para que ellos dos se fueran sin avisarme, a mí, a Trini... dándome la bienvenida al mundo real, donde la gente se muere, se enferma, se va o viene, sin aviso. Y la tristeza.
Es así, me gusta verme, estudiarme, imaginar y hacer fuerza para saber que pensábamos o sentíamos al momento de sacar esas fotos, que sucesos familiares me rodeaban, que había pasado un rato antes o que pasaría después.
Todo lo que paso después!!! jaja!!. Seguramente desconocía en esos momentos que crecería, que en el camino me encontraría con tantos afectos como tantos otros me dejarían, en el dolor de las despedidas más o menos anunciadas. Tampoco sabía las luchas internas que traen los años, sobre todo cuando aparecen las dudas, las contradicciones, los desafíos, los errores, los aciertos, el amor, nosotros, nuestros padres, nuestros hijos...Qué difícil! no? y que apasionante. Porque vivir todo esto, poder disfrutar, corregir, evaluar, sentir y replantearse es demostrar que la sangre tiene fuerza en nuestras venas, estamos vivos, todavía...
Y sí, debo admitir mi gran preferencia por las fotos familiares, me ayudan a saber quien soy y quien quiero ser, me dicen que tengo bases suficiente donde crear mi futuro, soy esta mujer, esta hija, esta madre, porque tuve esos momentos, esas historias tan pequeñas/tan grandes, esas personas tan hermosas a mi lado, esas imágenes, que guardo como tesoros, en esas fotos.
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).