miércoles, 2 de mayo de 2007

Pueblo de General Guido

“Velazquez” fue tu nombre en el ochenta y pico
Cuando a tu pampa virgen llegó el ferrocarril
Pero te lo cambiaron… ¿Por qué? No me lo explico
¿Sería que pensaron que te quedaba chico
Y era mejor un prócer que un poblador civil?

Tu tierra anegadiza, fue la causa de tus males
Freno tu desarrollo y te impidió avanzar
No daba para chacras, ni siembras especiales
Y en tus enormes predios de horizontes totales
Solo vacas y ovejas pudieron prosperar

Así te hiciste criollo por dentro y por fuera
Y humilde y arrogante te muestras por igual
Extendido al poniente de aquella carretera
Donde pasan los autos en rugiente carrera
Con rumbo a Mar del Plata o hacia la Capital

Graves inundaciones te asolaron a veces
A caballo, en bote andábase el día entero
Las aguas no se iban aunque pasaran meses
Ahogándose en los campos infinidad de reses
Y era un mar sin orillas la laguna “El Carnero”.

Mas la fe de tus hombres no se mantuvo en vano
Y por más que esas fueron unas pruebas muy duras
Con trabajo y paciencia, les ganaron de mano
Pues no bien apuntaron los soles del verano
De nuevo las haciendas cubrían las llanuras

Recuerdo aquellos años… La ruta no existía
Tu vida se ligaba a los rieles del tren
Cuando Octavio González peleó a la policía
Revolver contra rémington, una tarde muy fría
En medio de la plaza, alambrada recién

La opinión partidaria era cosa sagrada
Y se la sostenía con intenso fervor
Las armas relucían a la menor mirada
Y el radical creyendo su causa vulnerada
Se alzaba enfurecido contra el conservador

Vida chata, monótona… Comentarios corrientes
Como cuando Romualda tuviera ese desliz
Con un mayordomito que siempre usaba lentes…
Aquella puñalada que le dieron a Fuentes
O el triunfo del “horqueta sobre el bayo de Ortiz.

Cazadores audaces y de la peor calaña
Cuando la fugaz moda del mirasol devino
En busca de esas aves batieron tu campaña
Porque entre el duraznillo, el junco y la espadaña
Moteaban como nieve los bajos del Vecino.

Actualmente la nutria los mantiene
Y de que la respeten no han esperanza alguna…
Que el cazador furtivo a la Ley no se aviene,
Y por más vigilancia que en la estancia se tiene
Siempre es pesadilla del patrón con laguna

Admiran tus calles los jinetes al paso
Chambergos de anchas alas y caballos rabones
Muchos de blusa corta; casi todos con lazo,
Mostrando al forastero con su típico trazo
Que no se han olvidado las viejas tradiciones

Tu pasado es presente. Por eso es que te canto…
Y al desearte un progreso que ilumine tu sendas
Quisiera conserves, con todo tu adelanto,
Orlando tus veredas, como recuerdo santo,
Los palenques lustrosos por cabrestos y riendas.

Justo P. Sáenz (h) 7 de Julio /64
“Despojados de su memoria, los pueblos se opacan mueren y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta finalidad no hay ética posible”. Héctor Schmucler (1994 Revista Universidad Nacional de Córdoba).